En aras de la celebración por el orgullo LGBTTIQ, muchos países han participado en la conmemoración por la inclusión y los derechos humanos hacia las personas homosexuales, bisexuales, transexuales entre otras, haciendo marchas con consignas y frases características de dichas fiestas. En occidente muchas de estas celebraciones vienen de la mano con carrozas pintadas y decoradas con la bandera arcoíris, misma que es la representación del movimiento LGBTTIQ. Pero, ¿qué sucede en el archipiélago japonés y cómo es que los japoneses ven este movimiento en su país?
Si bien en occidente pensamos en el sexo bajo conceptos morales, en el Japón antiguo se le tomaba como un motivo de placer, sensualidad e incluso de arte.
Shudō (衆道), wakashudō (若衆道) y nanshoku (男色) eran los términos en los que se denominaba a los que se refería la homosexualidad, aunque estos no se refieran a un acto en especial, si no al comportamiento de cada individuo en cada una de las denominadas.
Actualmente se usan términos más adaptados a los tiempos modernos, como gay (ゲイ) rezu o rezubian (レズ, レズビアン) u homo (ホモ) para denominar particularmente a las preferencias sexuales.
Fuentes históricas indican que, la primera aparición de temas homosexuales en el archipiélago japonés, datan de tiempos en el que el Kojiki, el libro de los antecedentes históricos, en el siglo VII.
Más tarde, Nanshoku (que literalmente significa, colores de hombre) fue el término que se le dio a los hombres que gustaban del sexo con otros hombres. Es en uno de los escritos más famosos de Japón donde existe un antecedente en la era Heian sobre los actos homosexuales: El Genji Monogatari.
Genji acercó al joven junto a él… Genji, por su parte o por lo menos la autora fue informada de esa manera, encontró al joven más atractivo que su fría hermana.
Los monjes budistas también tuvieron antecedentes homosexuales dentro de sus filas, con el monje Kukai, fundador de la sexta budista Shingon, aunque algunos afirman que fue este quien descubrió la homosexualidad. Sin embargo, el mismo monje jamás trata estos asuntos, pues estaba tajantemente prohibido el acto sexual en todos los templos budistas.
Sin embargo, ninguna disciplina dentro de las ideologías orientales prohíbe estos actos. Algunos monjes interpretaban el celibato únicamente para los actos heterosexuales y no dentro de los homosexuales, por lo que se tenía en algunos casos, secretos actos sexuales con otros monjes.
También es en la era Kamakura, donde la gran explosión de arte Ukiyoe dio a conocer afiches homosexuales, donde personajes vestidos de cortesanas o monjes, tenían actos sexuales con jóvenes muchachos que visiblemente se veían contrariados, ofuscados o incluso extasiados con los mismos.
Actualmente, Japón posee un buen lugar entre los países incluyentes del movimiento LGBTTTIQ dentro de sus políticas de inclusión. Sin embargo, aun la sociedad japonesa no acepta abiertamente entre su sociedad a las personas con otras preferencias sexuales.
El anime y el manga se han encargado de ver por este tema como algo más normal, algo que debemos respetar porque, al final, como todos los seres humanos, sabemos amas de la misma manera. Es por ello que, a comienzos de este año, el ayuntamiento de Osaka promulgó una ley para que las personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio y ser vistos ante la ley como una pareja civil.