Bueno, sucedió lo inevitable. Parece ser que el planeta tierra poco a poco está venciendo una pandemia más y el estilo de vida que llevamos durante los últimos dos años ha evolucionado a una hibridación resultante con algunas cosas de la llamada “vieja normalidad”. Las restricciones sanitarias han dejado de ser tan severas y nuevos hábitos han emergido. El trabajo y educación remota se han transformado y ahora tienen un aire diferente. Y para poder saborear mejor este proceso de cambio he decidido hablar de un anime que va sobre lo ordinario que alguna vez fue la vida.
Danshi Koukouseu no Nichijou es un anime sobre la vida escolar de un grupo de chicos que se compone por: Tadakuni, el chico disciplinado y voz de la razón de sus amigos. Su carácter calmado y taciturno lo ha llevado a que la narrativa de la serie lo deje a veces a la margen de este mundo loco. Luego tenemos a Yoshikate, el chico de cabellera rubia que funciona como el clásico personaje de apariencia ruda, pero que guarda calidez en su corazón. Estos dos chicos siempre cane a la fantasiosa imaginación del tercer miembro del equipo: Hidenori. Este chico de lentes tiene una imaginación inmensa y que mete en aventuras de lo más alocadas o en situaciones que comienzan de lo más normal y que desembocan en momentos absurdos cargados de comedia pura y dura.
El cast tiene a muchos personajes secundarios, pero el que mejor resalta es, a ojos de un servidor, la llamada “chica lectora”. Esta chica de cabellera negra se encuentra en más de una ocasión bajo el manto del protagónico y siempre pone a los personajes en situaciones de tensión romántica…o que pretenden serlo, para terminar en recuerdos bochornos que resultan muy cómicos para el espectador.
El estudio Sunrise se encargó de darle vida a este anime. Algo a resaltar en esta producción es el hecho de que los modelos chibis o que se acercan más a lo “caricaturesco” occidental no están presentes. En cambio, tenemos rostros muy expresivos con muchas líneas, arrugas, venas marcadas, narices prominentes y bocas muy abiertas. Los tonos fríos y neutros predominan la mayoría de las veces y estos son cambiados a tonos más cálidos en los momentos de acción. Incluso en las escenas donde aparece la chica lectora se siente un ligero cambio en la dirección, dando como resultado escenas en el ocaso o con una mayor velocidad en los cuadros de animación.
Danshi koukousei no nochijou es una obra que puede servir muy bien de introducción al humor japones. Sirve también como introducción a la forma de pensar de los adolescentes japoneses de hace unos años. Viéndola de nuevo con ojos post fin del mundo podemos decir que varias cosas se terminaron volviendo norma universal y escenas del anime hoy en día deben llevar un diferente ritmo o ejecución si se transportan a la vida real. Desconozco si ya hay obras que se desarrollan durante los años de pandemia, así que si sabes tú de alguna cuéntanos en los comentarios y también dinos de que animes te gustaría que habláramos. Por mi parte sería todo y nos leemos hasta el siguiente viernes de anime.
Y como olvidar cuando tomabas aguas locas a lo desgraciado