Hoy en día es muy común encontrar personajes femeninos que son bajitas, calladas, con pelo largo y una personalidad serena. Esto se debe a que el público masculino de cierta manera busca esto en la vida real en cuestión de parejas o relaciones sociales. Sea bueno o no esta idea, podemos remarcar a la época de hace una década un repunte a este tipo de personajes, con historias que apuntan al romántico seinen, como lo es el anime de hoy.
Acchi Kocchi es la historia de Tsumiki Miniwa, una chica bajita de cabello azul y que tiene un carácter callado pero muy explosivo cuando le tocan el punto detonante. Una de sus características más notorias es que le salen orejas de gato cuando se emociona, puede no ser la pionera pero si es el personaje que logró darle popularidad a esto.
Tsumiki es también compañera de su crush eterno Io Otonashi, un muchacho que se pasa su vida siendo él nomas y dando poca importancia a personas ajenas a su círculo de amigos. Suele ser atento en ciertas cosas, aunque como típico chico de escuela le pasa de forma olímpica el enamoramiento de Tsumiki. Aun cuando ese obvio amor es remarcado por Mayoi Katase, una chica que siempre lleva una bata de laboratorio y es el blanco de las porras de Tsumiki cuando la molesta.
Dentro de este grupo de amigos tenemos también a Hime Haruno; una romántica empederninda que sangra cual Roshi cada que ve un “acto de amor” entre sus amigos o cercano a ella. Es un poco ingenua y de vez en cuando es el tarjet de las bromas. En el cast principal cerramos con Sakaki Inui, el mejor amigo de Io y que es todo un maestro a la hora de hacer bromas. Este grupo de personas pasarán por toda una serie de aventuras, algunas temáticas con ciertas fechas y otras con Tsumiki e Io como el centro del juego, y en más de una ocasión veremos a otros personajes participar en los episodios.
El estudio AIC es uno que cuenta con una carrera larga, de verdad larga en cuestión de producciones. Para este anime el estudio realizó una paleta de colores apoyada en el azul y con muchos tonos pasteles. Los fondos son sencillos, con un ligero efecto de desenfoque que les da una textura muy suave y la fotografía es muy sencilla pero sutil, que gana movimiento en ciertas escenas. El diseño de personajes se apoya en formas simples y estilizadas, con ojos que suelen ser muy detallados en primeros planos y simples en tomas generales. Algo a destacar es que hay momentos donde el fondo se vuelve un tramado estilo manga, solo que con colores muy vibrantes y llenos de vida.
Acchi Kocchi puede sentirse hoy en día como una serie “genérica” ya que muchas series tienen una temática similar. Lo que distingue este anime es su forma de emplear el “cómo lo cuentas”. Personajes que se ganan tu corazón por su personalidad, diálogos cargados de chistes y una pareja con una gran base de fans es por lo que vale la pena verlo o incluso darle una segunda vuelta si es que lo viste en su momento.
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Cuando adoptas a un michi de barrio pesado