Hola a todos, esperamos estén teniendo una excelente mitad de semana y que el frío no sea tan crueles con ustedes por las noches y mañanas. El día de hoy un servidor quisiera compartirles un poco su opinión sobre un caso que ha sonado mucho en las redes sociales japonesas.
Hace poco saltó a la infamia el youtuber estadounidense Logan Paul debido a que durante su gira por Japón con el objetivo de producir contenido para sus más de 15 millones de seguidores en la plataforma de videos entró al famoso bosque de Aokigahara, popularmente conocido en el mundo del internet como “El bosque de los suicidios”.
Durante su expedición se encontró con el cadaver de uno de los tantos japoneses que se suman a la estadística del segundo país con mayor cantidad de suicidios al año (el primero lo tiene Corea del Sur). La sociedad japonesa mostró su indignación al encontrar en youtube el vídeo de un joven estadounidense de 22 años emocionado porque había encontrado el lugar de muerte de alguien, capturándolo con su cámara y mostrándolo con una curiosidad de circo a sus seguidores.
El suceso indignó por completo a la sociedad japonesa, llenando el video de comentarios negativos de miles de japoneses, algo no muy común debido al tema que quiero exponer a continuación. Una vez llamada la atención de la sociedad japonesa se pudieron ver el resto de los vídeos que llevaba realizado el youtuber en su estancia en Japón, en donde se podía ver en uno como vestido con un falso kimono jugaba como un niño pequeño en un templo shinto durante las celebraciones del año nuevo hasta que es expulsado por un policía, en otro se puede ver como vestido con un kigurumi de pikachu interrumpe la vida cotidiana de varias personas en la calle llegando a perturbar la paz dentro de un negocio, y por último se puede ver su paseo por el famoso mercado de pescado de Tokio, en donde compra algo del producto que se vende ahí y juega por las calles con él.
Todas estas actividades han indignado a miles en Japón y otros miles de amantes de la cultura japonesa alrededor del mundo. Todo lo antes mencionado insulta de una u otra manera la cultura japonesa; y en uno de los mismos videos como si fuera un abusador complacido Logan Paul declara “Los japoneses son muy amables, me he portado muy mal con ellos y aún me sonríen“.
Varios youtubers tanto de habla hispana como de habla inglesa han expresado su opinión sobre el tema, y es preocupante la visión de los extranjeros y turistas da para los japoneses una persona como él, más cuando se encuentran a la vuelta de la esquina las olimpiadas de 2020 en Tokio. Al poco tiempo de que el video donde se muestra el suicidio fuera retirado de youtube el creador de contenido subió una disculpa pública por haber realizado esto, pero hasta la fecha no ha pedido ninguna disculpa por el resto de los videos.
Tal vez sonaré un tanto amargado y aguafiestas, pero los creadores de contenido donde se celebra la falta de empatía y el narcisismo son el cancer del siglo XXI, tienen millones de seguidores y se hacen llamar “influencers” con orgullo. Al ver esto resuenan en mi cabeza las palabras que el filósofo italiano Umberto Eco dijo durante una entrevista antes de morir hace 2 años, “Las redes sociales le dan voz a los imbéciles“.
Me alegra ver que la sociedad japonesa ha puesto un alto a esto, alzó su voz y se defendió ante alguien que llegó a abusar de ellos. Actualmente Logan Paul enfrenta una amonestación de 3 meses por parte de youtube, esperemos que esto no sólo sea un manotazo y esto sea una advertencia para todo aquel que se comporta como un idiota frente la cámara y dice “sólo busco hacer reír a la gente” para justificar su comportamiento. Y si en algún momento yo o alguno de mis compañeros de Asia~Stage nos convertimos en algo así, por favor diganos que perdimos nuestro camino.