Hola a todos, esperamos estén teniendo una excelente mitad de semana. Hoy tenemos una nueva entrada en nuestra sección dedicada a reconocer a las personas de nacionalidad japonesa cuyos esfuerzos y trabajo han impactado de alguna manera en todo el mundo. Hoy hablaremos de un artista dedicado a la pintura, escultura, performance y diseño, conozcamos a esta mente brillante.
Takashi Murakami nace el 1 de febrero de 1962 en la ciudad de Tôkyô, ahí crecería y se educaría. Siendo un fanático del anime y el manga buscaría una carrera que lo acercara a este mundo, y en su búsqueda descubrió un gusto especial por las artes plásticas, por lo que decidiría estudiar nihonga, técnicas clásicas de pintura japonesa. Se graduaría de la Universidad de Bellas Artes de Tôkyô en 1986 obteniendo su licenciatura en nihonga, y 2 años después obtendría la maestría en filosofía del nihonga.
Al poco tiempo de salir de la academia se decepcionaría del estado del mercado de arte en Japón, por lo que decidiría acercarse a las tendencias venideras de occidente y retar las concepciones artísticas que había en Japón en los años 90. Durante esta etapa desarrollaría el aspecto que destacaría su obra, el burlarse del pop art japonés, deformando los valores mostrados en el manga y expresiones culturales populares.
En 1994 es acreedor a una beca por parte de la comunidad japonesa en Estados Unidas para que se instalara en dicho país y ampliara su producción artística. En el año 2000 regresaría a Japón, y es aquí donde acuña el termino que lo impulsaría a la fama internacionalmente, el superflat. Este sería un movimiento artístico de vanguardia en el país del sol naciente, el cual tomaría como base el estilo de producción del anime y el manga enfocado en la estética kawaii, con un mensaje de protesta muy fuerte ante la sociedad.
Desde ese momento su movimiento influenció a otros artistas japoneses a expresarse, generando trabajos muy interesantes que han llamado la atención de todo el mundo. En 2001 fundaría la Kaikai Kiki, su propio estudio el cual actualmente cuenta con sucursales en New York y Los Angeles; en el cual además de promocionar su propia obra se encargaría de buscar nuevos talentos en Japón y los Estados Unidos para promover la creación artística en esta nueva generación.
En el 2002 su escultura titulada “Hiropon” sería vendida en una subasta por más de 400mil dólares estadounidenses, al año siguiente su escultura “Miss Ko2” por más de 500 mil dólares, y en el 2008 su escultura “My lonesome Cowboy” por 13.5 millones de dólares. Su popularidad en los círculos artísticos le han ganado una serie de acaudalados compradores que lo han ayudado a seguir proyectos alternos como la feria bianual GEISAI, en donde jovenes artistas exponen su trabajo a la venta.
En el año 2008 fue el único artista plástico que fue mencionado en la lista de las 100 personas más influyentes de la revista TIME, y desde el 2010 ha generado algunos trabajos utilizando el famoso software Vocaloid y haciendo uso de la imagen de Hatsune Miku. En 2011 diseñó un doodle para el buscador Google celebrando la entrada de la primavera con sus famosas flores sonrientes, y en 2013 lanzó su propia película animada y su manga “Hoshi mamoru Inu” (disponible en español por la editorial Kamite).
Sin duda su talento derriba fronteras y hace reflexionar a más de uno sobre la cultura japonesa actual, el rumbo de la industria del anime y el manga, y sobre si la concepción de lo que vemos kawaii es real o sólo una ilusión comercial.