Una de las mejores cosas que le puede pasar a una persona es, sin duda, encontrar a alguien que pueda entender sus gustos, sus pasiones y sus sueños. Como alguien que en los últimos años ha estado más en contacto con el mundo otaku, puedo decir que son increíbles las historias de las cosplayers; ya sean estrellas reconocidas a nivel mundial o estrellas en ascenso. Escuchar el como empezaron en esto, como han crecido y ver como han sorteado obstáculos es muy interesante. Y esto está llevando a que demás personas se interesen en el tema.
Poco a poco se está dejando de ver este mundo como algo solo de gente rara y los tabúes y clichés se están dejando atrás. Sin embargo, aún hay gente que piensa cosas extrañas o que no tiene del todo claro cómo es la escena cosplay. Para nuestra suerte, acaba de estrenarse un anime que adapta un manga que cuenta como el arte y la dedicación son fundamentales para este medio.
Sono bisque doll wa koi wo suru es la historia de un chico tímido y retraído de nombre Wakana Gojo. Él es un estudiante de prepa y ha vivido marcado por un estigma desde muy pequeño. Verán, el buen Gojo es nieto de un famoso artista de muñecas Hina; tipo de muñeca china que por su forma de creación e historia se cataloga como arte. Y como se imaginan, Gojo se hace fanático de estas muñecas. Al contárselo a una amiga en su infancia se lleva un trago amargo, pues la niña dice que es raro que él, siendo hombre, le gusten esas cosas.
Este golpe es sacudido a futuro cuando, por azar de otro golpe, empieza a entablar amistad con su compañera de clase Marin Kitawaga. Marin es toda una belleza y eso lo explota trabajando como modelo en una agencia. El rasgo más característico de Marin es que es una Otaku, fanática de un personaje de un juego Ero y es tan grande su amor por un personaje que decide hacer el cosplay y descubre que tiene cero talento para la costura y el diseño de ropa.
Aquí es cuando Gojo y Marin deciden hacer equipo. Él dando sus habilidades de confeccionar ropa y Marin dando el sustento económico, aparte de toda la retroalimentación para definir bien el diseño del atuendo. Ahora, esta pareja de cosplay empezará un camino, donde al espectador se le presentará el cómo se hace la ropa, cómo se hacen las sesiones de fotos, cómo es el mundo cosplay y cómo es que usan muchas técnicas de maquillaje y caracterización para traer a la vida a muchos personajes. Todo esto acompañado, obviamente, de una dosis de amor que se expresa de muchas maneras.
CloverWorks es uno de los mejores estudios de animación y la atención al detalle que tienen en la serie es asombroso. Hay momentos donde los cuadros de animación son muy fluidos, a pesar de estar desarrollando algo tan simple como el tomarse el cabello. La paleta de colores responde a una cromática suave y muy dulce. El diseño de personajes es de mis favoritos de tiempos recientes, pues apelan a estas proporciones realistas y a un delineado muy fino, el cual se ve muy bonito en momentos importantes de la serie. También están estos momentos chuscos donde los personajes se deforman o tienen aspectos chibis.
Sono bisque doll wa koi wo suru empieza con fan service puro y duro, y siempre está presente en la serie. Pero, y esto es muy importante, la serie toca con mucho respeto el tema del cosplay al grado de tener capítulos de exposición muy buenos. Más adelante el foco de la serie se va repartiendo en otro tipo de artistas y esto ayuda tanto a los protagonistas como a los espectadores entender el esfuerzo y duelos que llegan a tener las personas dedicadas a esto. Lo que apenas se ha visto a la hora de publicar esta nota es solo el intro de una serie que no se extrañen termine teniendo un gran número de fanáticos.
Ahora te toca a ti. Dinos en nuestras redes sociales tu opinión de esta serie, así como de dejarnos tus sugerencias de animes. Por mi parte se´ria todo y nos leemos hasta el siguiente #viernesdeanime.
Cuando te toca hacer una comisión bien rikuum y debes sacar muchas referencias