El cine es uno de los medios comerciales predilectos por el público. Desde su invención en 1895 por parte de los hermanos Lumiere nos ha dado historias que marcaron época, dieron discursos y nos mostraron una nueva forma de hacer arte.
Al ser prácticamente fotografías en movimiento acompañada por sonido, este medio se adecuó de forma exquisita al terreno de la animación. En el lado occidental del mundo fue Disney quien lo exprimió al máximo y hasta la fecha sigue apostando por crear historias que parten de dibujos u objetos en movimiento.
Japón tiene también todo un universo dentro del mercado animado. Su odisea tiene por génesis las aventuras de Astro Boy y el día de hoy existen miles de series animadas que han pegado el brinco del formato televisivo a la gran pantalla grande.
Con la llegada de los primeros animes transmitidos en América Latina llegó también un nuevo modelo de negocios que explorar, justo cuando fueron nacieron las cadenas de cines y las multisalas se empezaron a proyectar las películas que se iban lanzando de franquicias conocidas.
Desde un cine, hasta la sala de tu casa.
Así, las películas de Saint Seiya y Dragon Ball llenaban las matines. Yo no fui parte de esto, pero si vi estas películas gracias a la magia del VHS. Recuerdo ir cada semana o cada quincena a un pequeño local ubicado cerca de mi casa. De esta manera pude ver el remix gringo que hizo Gringolandia con las ovas de Digimon y que anunciaban como la película, los caballeros del zodiaco contra atacan y las películas de dragón ball. Todas estás empezaban siempre con anuncios sobre ya el extinto “Reino Aventura” y la cajita de dulces de Sonrics (somos tan viejos).
En los años 90s en el mundo otaku se comenzó a marcar varios caminos e intentos de traer el anime al cine. El primero a resaltar es el más comercial y, por ende, enfocado al público infantil. Las primeras películas de pokemon, Yu-gi-oh, y del estudio Ghibli tenían un lugar en la cartelera, al menos en cines ubicados en la capital del país.
Por otro lado, estaban los fanáticos más apasionados y quienes deseaban llevar todo este contenido a un nivel mayor. Tristemente, el anime seguía siendo algo “raro” y que no era visto con potencial económico, al punto que varios festivales (o intentos de) que traían películas como las de Evangelion quedaban en un estado de poca audiencia y terminaban en una muy mala nota.
Entonces ocurre el Bom informático y tecnológico más importante de los últimos tiempos: la invención de internet. Ese contenido que antes era muy limitado empezó a llegar a más y más personas. Plataformas especializadas empezaron a ponerse al tu por tu con televisoras y distribuidoras. Las personas detrás de las cadenas de cine tomaron un poco más enserio el traer películas de anime y salir de lo dirigido a niños o producido por Ghibli. Y así nació el proyecto que el día de hoy ha podido traer varios productos de anime, música y otros medios a estas tierras.
Konnichiwa
Erika Rodríguez, conocida mejor en el mundo del internet como Kikamx_ es una fanática del anime, emprendedora y directora de TadaimaMx, LoveJapanMx y KonnichiwaFest.
Gracias a su esfuerzo muchas películas han llegado a este lado del mundo. Su viaje comienza en el año 2014 cuando trajeron una película de Madoka, gracias al éxito y apoyo por el público pudieron traer Naruto: the Last y Boruto.
En el primer festival de cine que organizaron pudo traer cintas como Assassination Classrom, Hot Road, Say I love you, entre otras.
Aunque sin duda alguna, su mayor fuerte siempre ha sido el anime. Series de gran popularidad como SAO, My hero Academia, La conejita Senpai y nuestra querida Violet Evergarden han conocido nuestras tierras.
También cintas que vienen en formato de Stand alone, esas que empresarios no le tienen mucha fe porque “no están conectadas con algo ya conocido por el público”, han tenido éxito también. Una voz silenciosa, Mirai mi pequeña hermana, Quiero comerme tu páncreas o El tiempo contigo han tenido un lugar en taquilla.
Y si hablamos de taquilla, tenemos que hablar de ese fenómeno mundial que ha sido la historia de dos hermanos y su cruzada por alcanzar su meta.
En su espada cae el reconocimiento.
¿Qué hay que decir de Kimetsu no Yaiba? A estas alturas del partido creo que ya casi todo el público ha escuchado de esta franquicia y tiene noción de que trata la serie y para quien no sepa, aquí un resumen en pocas palabras:
Tanjiro es un niño bien que un día descubre que su familia fue masacrada y la única sobreviviente es su hermana Nezuko. El giro radica en que ella es ahora un demonio y su hermano se une a la afiliación de cazadores de demonios para encontrar una cura. En su camino se encuentra con los pilares, el cobarde de Zenitsu y el gritón de Inosuke, y junto con ellos deberán derrotar al demonio mayor Muzan Kibutsuji.
La serie es un shonen puro y duro. Tiene elementos vistos en otras series y cuenta con un alto nivel de referencias culturares tanto de Japón como de occidente. A priori podría ser una serie más que esos puritanos del anime llaman “para normis” y en parte tienen un poco de razón.
No me malinterpreten el que sea amigable para el público no la vuelve una mal serie. Kimetsu no Yaiba, tanto manga, anime y la película, funcionan porque los personajes tienen carisma. Tienen un algo que hace conectar con el espectador y esto se ve respaldado por una increíble animación. Su llegada a un medio popular como lo es Netflix se volvió la jugada maestra para el éxito a nivel mundial. El cual solo fue una reafirmación, pues el anime desde su emisión original se volvió de alta popularidad, al punto que Gurenge casi destrona al Zankoku como el mejor opening de todos los tiempos.
El éxito de Mugen Train fue el timing exacto entre una reapertura de cines mezclado con la gente que desea más y más de esta serie. El que una película que sirve como secuela y que está dentro del canon de la historia sea casi el primer lugar de taquilla es el reflejo de que el anime no es solamente disfrutable para personas fanáticas de Japón y que usan palabras raras. El anime es ideal para todo aquel que quiera disfrutar una historia. No saben la felicidad que sentí cuando amigos y conocidos que jamás en su vida han visto anime me preguntaron cosas como “oye, ¿tiene segunda temporada Kimetsu?” “¿qué otra serie esta igual de buena?” o “¿entonces no todo el anime es Dragon ball?”.
El anime lleva años en los mainstream y este reconocimiento era necesario. Hay que agradecer al equipo de Konnichiwa por traer una manera más de apoyar a la industria de la animación nipona. De verdad, si tienen la oportunidad de ir al cine a ver estas películas, no la dejen pasar. Poco a poco estamos demostrando ser un mercado que decide optar por lo legal y, quien sabe, puede que un día se anuncie la salida de un anime y que la cede para dicho evento sea nuestro país. Se vale soñar y llegar lejos.
Ahora te toca a ti. Cuéntanos en los comentarios cual fue la primera película de anime que viste. ¿fuiste al cine a verla o la viste en un VHS o DVD? ¿Ya viste Kimetsu no Yaiba? ¿Qué película traída por Konnichiwa viste? Con gusto leeremos tus comentarios. Por mi parte sería todo y nos leemos hasta el siguiente #viernesdeanime.