Hola a todos, hoy como cada miércoles (o cada miércoles que se puede más bien) les traemos lo mejor de la literatura nipona que pueden disfrutar en su camino a la escuela, el trabajo o en el tiempo libre.
Hoy les hablaré un poco del último trabajo del Leonardo DiCaprio del premio Nobel de literatura, Haruki Murakami; autor de obras maestras como “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo“, “Al sur de la frontera al oeste del sol” y su aclamada “Tokyo Blues (Norwegian wood)“.
En Los años de peregrinación del chico sin color (色彩を持たない多崎つくると、彼の巡礼の年 shikisai wo motanai Tazaki Tsukuru to, kare no junrei no toshi, literalmente “Tsukuru Tazaki sin color y sus años de peregrinación”) conoceremos la historia de Tsukuru Tazaki, un ingeniero civil especializado en estaciones de tren que pasa de los 30 años. Tsukuru pasa su vida de forma tranquila y rutinaria, va a su trabajo, regresa a su casa y no hace nada especial. A pesar de ser una persona asocial, se encuentra saliendo con una hermosa mujer 2 años mayor que él llamada Sara que conoció en su trabajo cuando ella fue por cuestiones de la empresa donde labora a la oficina de Tsukuru.
Su relación se desarrolla de manera tranquila y normal como los tokiotas de ese rango de edad que aún son solteros, saliendo a restaurantes, hablando mucho y haciendo el amor si se da la oportunidad. Un día como cualquiera, Tsukuru empieza a recordar a su pequeño grupo de amigos en su ciudad natal, Nagoya, el cual estaba formado por 2 chicos y 2 chicas más, los cuales tenían una característica muy especial, los 4 tenían el kanji de un color en su apellido, por los que conoció a los chicos como Aka (赤 rojo) y Ao (青 azul), y a las chicas como Kuro (黒 negro) y Shiro (白), y el pobre Tsukuru que no compartía esa cualidad, era el chico sin color.
Cada uno de los integrantes del grupo de Nagoya tenía sueños y características muy definidas, pero sin duda la más rara de todas era la de Tsukuru, que además de ser el más retraído, tenía una pasión por las estaciones de tren, algo que jamás se había visto en alguien, ya que muchos se impresionan por los trenes o como se construyen las vías, pero Tsukuru sólo se exaltaba al pensar en construir una estación de tren. Esta pasión fue la que lo llevó a estudiar la universidad en Tôkyô. donde se encontraba la única universidad con ingeniería cuyo plan incluía una especialidad en estaciones de tren, esto lo alejó de sus amigos, con los que perdió todo contacto después de un regreso a casa en donde Kuro le informó que no querían volver a saber de él, hecho que lo marcó de porvida.
Sara al escuchar la historia de la separación de Tsukuru con sus amigos le confiesa que presentía algo así, ya que a pesar de que su relación marchaba de manera positiva, sentía que había algo que impedía que ellos 2 realmente se conectaran. Tsukuru al ver que sus sentimientos por Sara son auténticos, le pide ayuda para sanar esa herida y ellos 2 puedan realmente conectarse, por lo que Sara decide encontrar a los 4 chicos con colores por nombre para que Tsukuru pueda enfrentarlos y saber qué sucedió realmente.
La búsqueda de respuestas para saber sobre porque fue abandonado por sus amigos lo llevaran de regreso a su ciudad natal, escuchar historias sobre pianistas de 6 dedos en cada mano, recordar a un chico llamado Haida (campo gris), escuchar sonatas de un ser amado y literalmente al otro lado del mundo para unir el último eslabón en lo que podría ser su última oportunidad de encontrar la paz interior.
Una excelente novela, con personajes memorables con los que cualquiera se puede identificar, con una historia atrapante, aunque el final sigue siendo como muchas otras obras de Murakami, su eterno punto débil. En español la encontrarás bajo el sello de la editorial Tusquest en cualquier librería El Sotano y Gandhi del país.
[…] el eterno candidato al premio Nobel de literatura, Haruki Murakami, autor de “Los años de peregrinación del chico sin color“, “Crónica del pájaro que le da cuerda al mundo“, “Tokyo blues” y […]