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#BehindTheLine: Kyoto Animation.

Escrito por Angel Garmol

El 2 de Abril del año 2006 se transmitió en la televisión nipona un capítulo muy peculiar de anime. En él se pudo ver la película casera con menos sentido que cualquier película de Buñuel y que fue producida por la brigada SOS, la cual es liderada por el ícono del anime Haruhi Suzumiya. Este anime fue de los primeros en volverse un ito en el imaginario colectivo y en los eventos de anime de la década del 2010 muchos grupos recreaban la coreografía del ending. 

Esta fue la cuarta serie de la casa productora y con esto se empezaban a ganar un lugar mayor como un estudio respetable y con miles de seguidores. Aquí se pulieron detalles y surgieron cosas que luego marcarían un estilo. Pero para entender mejor esto, debemos retroceder un par de años. En la siguiente nota hablaremos de trabajos, estilo visual, narrativa y demás elementos de Kyoto Animation, una referencia imperdible del mundo del anime.

 

 

El inicio y la cuesta animada. 

 

Kyoto animation fue fundada en 1981 por la productora Yoko Hatta y su esposo Hideaki Hatta, siendo este último la figura y rostro público al desempeñar el papel de presidente. El estudio está afiliado a Sunrise y en sus primeros años se dedicaban a apoyar en la animación de varios proyectos de terceros. Algunos de estos trabajos abarcan fragmentos de animación, fondos y producción total de uno o dos capítulos. 

Fue hasta el año 2003 que tuvieron su primera serie para ser producida en su totalidad. Full Metal Panic? Fumoffu es una serie que sirve como puente entre temporadas y es más de un corte de recuento de vida. Dos años después produjeron el anime AIR y la continuación de Full Metal Panic, ahora llamada The Second Raid. 

 

 

Para el 2006 hicieron una segunda adaptación de Kanon y llegó La melancolía de Haruhi Suzumiya, anime con el que arrancamos la nota y de la cual volveremos a hablar más adelante. Por ahora sigamos con el año 2007 y el arribo de Lucky Star, otro de esos animes muy populares entre los fans otakus. Este mismo año produjeron CLANNAD y al año siguiente su secuela AFTER STORY.

 

 

En el 2009 tuvimos un remake de Munto, un retorno de Suzumiya con más capítulos y un anime musical que se volvió un clásico y que fue el segundo rebote para Kyoto animation fuera de Japón: K-On!. 2010 y 2011 fueron años enfocados al cine y a expandir las franquicias ya existentes, pero eso no quitaba la producción de una serie más: Nichijou.

 

 

La entrañable historia de Chunibyo Demo Koi ga Shitai! y la misteriosa Hyouka llegaron para el 2012 y para el 2013 Kyoto Animation sale un poco del molde al traer su primer historia original llamada Tamako Market. También exploraron a los deportes con Free! Iwatobi swim club y exploraron un poco más la fantasía oscura con Kyoukai no Kanata. 

 

 

2014 volvió a ser un año de segundas temporadas pero debutó el anime de Amagi Brilliant Park. En el 2015 lanzaron continuaciones en formas de películas y retomaron a las bandas escolares ahora con Hibike! Euphonium. En el 2016 nos sorprendieron con la película de Koe no Katachi y el anime de Musaigen no Phantom World. En 2017 vuelven a robarse la escena con Kobayashi-san no chi maid dragón y en 2018 nos hicieron llorar con la hermosa pieza llamada Violet Evergarden. En sus últimos proyectos tenemos el anime de Tsurune y una película de Violet Evergarden.

 

 

El estilo visual. 

 

Cuando comenzaron a producir series el estilo de Kyoto seguía muy de cerca las tendencias marcadas de la época: paletas de colores brillantes, sombras duras y sobre todo unos ojos que ocupan gran parte del rostro. Fue con Haruhi que esto empezó a cambiar un poco y el trabajo de pintado, encuadre, fotografía, iluminación y proporciones empezaron a tener un rumbo más propio. Los ojos en el anime de Haruhi empezaron a presentar los puntos de luz que se repiten en otras series de la casa productora. Así mismo, hubo momentos animados con mucha fluidez y los fondos se tornaban más complejos.

Con el anime de K-on! se formó una imagen visual ya más identificada. Las proporciones se volvieron más sutiles y la imagen femenina estilizada. Su forma de llevar los frames se transformaron en piezas de alto detalle en los key animation. Otro punto a destacar es que la cámara se volvió más móvil y esto dio como resultado escenas mucho más largas y que incluso pasaban de un escenario a otro de una forma muy compleja.

 

Hoja de diseño de personaje de Kyoukai no Kanata

Fondo de Hyouka

Los coloreados y acabados en ojos, un sello del estudio

 

Otra cosa que Kyoto empezó a emplear fue el modelaje 3D y mientras el de otros estudios se siente muy plástico y rígido, el usado por Kyoto animation se volvió tan natural con la animación 2D y pudimos disfrutar secuencias impresionante en animes como Nichijou, Kobayashi, Free e incluso Violet. Esto resultó en una nueva etapa de dinamismo y combinado con un trabajo hermoso de iluminación se pueden sacar capturas de pantalla tan vivas, que parecen ilustraciones hechas para anuncio o comerciales. Ese grado de calidad ponen en todos sus trabajos. Al punto de que cuando han hechos películas solo deben modificar el formato y se dan el lujo de solo agregar unos cuantos detalles o colores para satisfacer al espectador. Cosa que muchos estudios no logran dominar a la hora de ir de la pantalla chica a la pantalla grande.

 

Iluminación al detalle.

 

Pero el mayor punto en el estilo de Kyoto animation es sin duda el detalle y el reflejo de la vida real. Me explico, cuando vemos o interactuamos con alguien solemos hacer pequeños gestos o pequeños movimientos que en la animación no se representan. Cuando dos personas están charlando en una escena pasiva solo mueven la boca o hacen planos al escenario. Kyoto animation, en cambio, hace que los personajes se muevan. Obvio que usan estos recursos de mover solo la boca muchas veces, pero hay ocasiones donde se ve al personaje hacer algo. Se le ve interactuando con algo o hay escenas donde se muestran los pies moviéndose, cosa que es muy poco común en otras series. Cuando era un estudiante un maestro de proyecto tenía un lema: “Lo que le da vida a las obras, son los pequeños detalles. Esos que pasamos por alto, pero que le dan identidad al todo.”y sin dudarlo puedo decir que este estudio es experto en esas cosas.

 

 

La hermandad con la música. 

 

Otra cosa que destaca mucho en el anime son las bandas sonoras. Desde las canciones de apertura y cierre, hasta las canciones originales que aparecen en la trama. Volviendo con Haruhi Suzumiya, tuvimos una hermosa canción llamada God Knows interpretada por Aya Hirano y animada con estas primeras pruebas de movimiento, fluidez e iluminación. Cosas que se pulieron con K-On! y que llevaron a la perfección con Hibike! Euphonium. 

 

Aya Hirano

 

Y no se queda solo en ese aspecto. Canciones de apertura y cierre se han vuelto hitos e himnos para mucho fanáticos. Lo mejor de todo es que la animación de los openings son bellas cartas de presentación para lo que te espera al comenzar a ver la serie. Y de nuevo, hay estudios que invierten mucho para la secuencia de apertura y se ve bajada la animación, pero es todo lo contrario con Kyoto, siendo esto una muestra de respeto tanto a la obra, como al espectador. 

 

La narrativa de las historias. 

 

La narrativa nipona tiene unos ejes y tendencias diferentes a la que se consume con mayor fuerza en este lado del mundo. Mientras que nosotros estamos acostumbrados a los cierres concretos o que al menos te dejan en claro que fue de los protagonistas, en Japón es un poco diferente. Mucha de sus historias son de cierres abiertos o con sensación de que aún quedan cosas que contar. Esto pasa con muchas historias del estudio y sobre todo por el género que ellos manejan mucho: Los “slice of life”, que se traducen como “los recuentos de vida”

Estos animes son el día a día de una o varias personas, siendo uno de los más consumidos el de vida escolar o las comedias románticas. A primera vista puede parecer esto muy repetitivo, pero aquí entra “el concepto” o la idea que le da giro a cada historia y nos define a los personajes.

Full metal panic es ciencia ficción mecha y Haruhi es lo mismo pero con elementos sobrenaturales. K-on! es una banda de rock pop escolar y Hibike es sobre una orquesta escolar. Hyouka es sobre una escuela y sus misterios. Free! sobre un club de natación. Chunibyo sobre otakus y el cómo lidian con sus problemas emocionales. Tamako Market es como el más sencillo, junto con Lucky Star,  en cuestión de concepto y Nichijou es el más bizarro por la forma en que convierte una vida de rutina en algo sacado de la mente de Michael Bay con tantas explosiones y encuadres super inclinados. Y así cada una de sus historias tiene una esencia que las vuelve únicas.

 

 

Los valores que nunca se perderán.

 

Las historias de los slice of life son para muchos tristes o simplonas. En muchos casos no hay tramas o estas pasan a segundo plano para darle preferencia a la comedia o enredos amorosos. Sin embargo, un punto fuerte de las historias de Kyoto Animation es que los personajes tienen un cambio en menor o mayor medida. Pasan de no ser buenos en algo, a ser muy diestros en una disciplina o actividad. Van de personas solitarias a estar rodeadas por un grupo de amigos. Pasan de no tener nada, a tener una meta o a adaptar un ideal para un beneficio mayor. 

Y es en sus historias donde podemos aprender sobre los valores y piezas que necesitamos para crecer como personas. Amistad, empatía, compañerismo, compromiso, valor, conocimiento e incluso la redención son cosas que nos permite ser más humanos, que nos hace poder avanzar y sobre todo, que nos hace conectar con otras personas. Sus personajes si van llevando un día a día pero al final de la serie se muestra que ya no están en el mismo punto donde comenzaron. Han aprendido y perdido, reído y llorado, han mostrado lo mejor de sí para ser mejores personas, y eso es sin duda una de las mejores lecciones que te puede dar una historia. Te cuentan algo sin llegar a un moralismo, para mostrarte las mejores cosas que tenemos las personas.

 

Amistad, creatividad y perdón.

 

Los héroes siempre se levantan. 

 

Es duro y triste recordar lo acontecido el 18 de julio del 2018 en las oficinas de Kyoto animation. 36 personas con enorme talento dejaron el mundo y el edificio fue demolido. El presidente de la compañía ha declarado que se pretende hacer un parque y memorial para las personas fallecidas y la industria de la animación a nivel mundial mostró su apoyo al estudio y familiares del staff. A fecha de esta nota el culpable del atentado está en espera de juicio y como medio de difusión cultural te mantendremos al tanto de esto. 

Esto fue un duro golpe al estudio y con la pandemia actual ha sido el doble de duro salir adelante. Sin embargo, sus historias nos han mostrado que de toda adversidad se puede salir y así lo están haciendo. Parte del trabajo que se estaba produciendo se pudo recuperar y se ha anunciado la fecha de estreno de la segunda película de Violet Evergarden, mostrándonos que se están levantando y que debemos seguir apoyando. 

 

 

Kyoto Animation podrá tener un catálogo corto comparado con otros estudios, pero su atención al detalle y a la animación, sus colores, sus guiones y las personas con las que trabajan como seiyuus u otros artistas le han dado un lugar entre los más reconocidos grupos en la industria. La mejor forma de conocer su obra es verla. Si no conoces su obra creo que Haruhi Suzumiya es un buen comienzo, o también puedes optar por algo de mediados de su carrera como K-ON! Hyouka, también si quieres un largo maratón puedes optar por Free! o algo más reciente la hermosa Violet Evergarden. Varios de sus animes tienen recomendación en esta página de internet y poco a poco cubriremos todo su catálogo. 

Ahora te toca a ti, cuéntanos en redes sociales cuáles son tus animes favoritos de este estudio. Recuerda compartir esta y todo el contenido que tenemos en Asia Stage, por mi parte sería todo y nos leemos hasta el siguiente viernes de anime.

Sobre el autor

Angel Garmol