Muchas veces vivimos acomplejados por nuestros gustos y por las cosas que conseguimos. Otras veces estamos del otro lado de la moneda y somos quienes se portan de forma cruel con los fanáticos o seguidores de ciertas cosas. Es cierto eso de que el gusto se rompe en géneros y podemos encontrar a personas con pasatiempos, gustos y consumo de productos similares a los nuestros en la mágica red mundial de internet. La cosa cambia cuando estamos en un entorno que, a veces, no ve con buenos ojos el consumir algo. Ahora imagina lo complicado que puede llegar a ser para algunos el encontrar una pareja que no critique gustos. Con este pequeño dilema es cómo empieza Wotaku ni Koi wa Muzukashii, mejor conocido como Wotakoi.
Entrando más a detalle, la serie comienza con el primer día de Narumi Momose en su nuevo trabajo de oficinista. Ella es una otaku de corazón y autora de varios doujinshis pero vive acomplejada porque en su anterior empleo sus compañeros se alejaron de ella por ser como es. Aún no lleva ni medio día cuando se topa con Hirotaka Nifuji, uno de sus amigos de la infancia y que al igual que ella es un otaku, pero enfocado más a los juegos. Luego de un tiempo vuelven a ser unidos y comienzan a salir… en un plan más que amigos.
Narumi también conoce en la oficina a Hanako Koyanagi, una cosplayer profesional que le gusta hacer personajes masculinos y es una enorme fanática del yaoi, así como de los mangas de Narumi. Hanako sale en una relación medio apache con Taro Kabakura, un chico de carácter rudo, de mirada algo hostil pero que es también un otaku que llega a ponerse sentimental con ciertos mangas o animes. Más adelante conocemos a Naoya Nifuji, hermano menor de Hirotaka y que es todo lo contrario a este, pues es muy extrovertido, de mirada alegre y tiene un 0% de otaku en su cuerpo. Por último tenemos a Ko Sakuragi, una chica que se viste como chico y que admira a Naoya por su nula destreza en los juegos.
El apartado visual es uno de los puntos más ambiguos y dispersos de la serie. El diseño de los personajes es sutil y muy apegado al standar, resaltando sus respectivas paletas de colores ya que están trabajadas de una forma armoniosa al tomar un tono base y mezclarlo con colores menos o más saturados. Los fondos de exteriores y de oficinas utilizan paletas de colores grises, opacas y neutras, esto es con el fin de mostrar un duelo personal, ya que los colores cambian a tonos más vivos y frescos cuando los personajes están en escenarios donde se sienten cómodos siendo otakus. El punto débil de esto es que a veces la animación y dibujo deja mucho que desear: hay escenas que se sienten estáticas y otras donde los personajes tienen proporciones muy raras, aparte de que las luces y sombras no suelen intervenir mucho en los modelos de animación.
proporciones raras
Wotakoi es un anime muy de nicho. Va enfocado a los otakus mayores de 25 años. Pone escenarios y momentos comunes como salir a comprar manga o cervezas, juntarse en casa de alguien para jugar o asistir a convenciones. También está lleno de referencias a animes, mangas y juegos, y esto va desde una mención hasta recrear diálogos famosos. Esta serie la recomiendo para quienes ya tienen años consumiendo anime y también para quienes tienen la imagen cliché del otaku, y pueda ver que somos persona de lo más normal en los aspectos sociales.
Ahora te toca a ti. Cuéntanos en nuestras redes sociales tu opinión de este anime, así como sugerencias de series. Por mi parte sería todo y nos leemos hasta el siguiente viernes de anime.