A propósito de ciclos… Amigas y amigos que siguen de cerca la página. Creo que notaron un poco la ausencia en cuanto a mis notas. La razón es sencilla: No tenía una computadora para poder escribir y hacerlo en un celular con poca capacidad es una joda horrible. Sin embargo, quiero disculparme con ello. Si bien, en el ámbito personal, no fue el mejor de mis años, sigo realizando mi labor. En medio de la reflexión, espero que este 2017 sea el mejor año para ustedes y seguiré escribiendo, aunque también conlleve a empezar a desprenderme un poco de este trabajo que he desarrollado durante 12 (casi 13 años) en el medio. Todo se verá con el paso del tiempo, pero mientras tanto, como diría mi gurú, el Sr. Arnulfo Flores (Q.E.P.D.): “Todo va viento en popa, a todo vapor y vamos por más”. Ahora si, de lleno a la nota…
2016 fue el año de la consolidación y de la llegada de nuevas series; por un lado, pudimos ver la supremacia de “One Punch Man”, las ocurrencias de “Sakamoto Desu Ga?”, la acción de “Boku no Hero Academia”, la pasión de la velocidad de “Yowamushi Pedal” hasta pasar por lo mejor de “Dragon Ball Super” y llegar al último hit del anime en cuestión deportiva: “Yuri On Ice”. El título lo dice todo pero a diferencia de lo que pueda pasar por su mente, va más allá del “espéctaculo sobre hielo”. La trama se centra en Yuri Katsuki, un joven patinador artístico sobre hielo japonés que sufre una dura derrota durante las competiciones finales del Grand Prix, quedando último en la competición. Abrumado y deprimido por este hecho, Yuri comienza a dudar de su carrera como patinado y a la vez que tiene que lidiar con los problemas en su vida personal. Al regresar a su ciudad natal de Hasetsu, en Kyushu, luego de 5 años, Yuri se dirige a una pista de patinaje donde imita a la perfección una coreografía del famoso patinador ruso Victor Nikiforov, a quien admira desde pequeño. Cuando el vídeo de Yuri patinando es subido a internet sin su conocimiento, atrae la atención de este, quien decide convertirse en su entrenador. Junto con Victor, Yuri aspira a ganar la final del Grand Prix mientras lucha contra su mayor rival, el ruso Yuri Plisetsky, un patinador prodigio de 15 años de edad.
Pero como dije, esto va más allá. Para empezar, la serie cuenta con una coordinación de coreografías, las cuales fueron realizadas por el ex-patinador Kenji Miyamoto, obra de la mente maestra de Mitsurou Kubo y que tiene sus locaciones basadas en la ciudad de Karatsu, mientras que el “Ice Castle Hasetsu” es una pista de patinaje real ubicada en Iizuka, Fukuoka. En Diciembre del 2016, la Prefectura de Saga anunció el lanzamiento de un proyecto para promover el turismo local mediante la popularidad de la serie y no es la primera prefectura en la cual se ha utilizado la popularidad de una serie para promover el turismo, lo mismo ocurrió en Iwami, Tottori, ciudad en la que se basa el anime de natación “Free!”. Algunos de los lugares que se muestran en la animación son el Gimnasio Nacional Yoyogi en Tokio, el International Skating Rink en Okayama, las ciudades de Sochi y San Petersburgo en Rusia, Pekín, China y Barcelona, España. Una de las mayores aficionadas de la serie (que a la vez, se declara Anime Fan) y que a la vez, se hizo popular por su rutina de patinaje de “Sailor Moon” (con todo y la indumentaria incluida) es Evgenia Medvedeva (Yevguéniya Armanovna Medvédeva), quien viendo la serie y compartiendo los momentos con sus fans, tuvo el regalo de la misma Kubo con un arte donde aparece acompañada de los personajes de la serie.
Ahora bien, si esto les parece poco, la serie revela algo que muy pocas animaciones hacen: la diversidad. Con esto me refiero a la relación homosexual protagonizada entre alumno y maestro: Yuri y Víctor. Y de este lado, tenemos al señor Machida Tatsuki, una de las grandes figuras del patinaje japonés. ¿Qué tienen en común Yuri y Machida, además de practicar el mismo deporte? Bueno, para empezar, los apellidos son casi parecidos (Katsuki y Tatsuki), pero no solo eso. Machida inició su carrera en 1993 a los 3 años de edad, destacando rápidamente, entrando en 2012 a la Final del Grand Prix, quedando en último lugar (igual que Yuri); participaba con frecuencia en los campeonatos de patinaje de su país, quedando en la novena posición; en ese momento, Machida tenía 22 años, aproximadamente la misma edad que Yuri. Su entrenador fue el bailarín y coreógrafo Phillip Mills, del cual se dice que tenía un estilo que combinó ballet y patinaje artístico. Del mismo modo, Yuri pasó el tiempo de formación bajo un maestro de ballet cuando era un niño, mismo que se ve reflejado en uno de los episodios, donde incorpora los movimientos de ballet en su actuación. Víctor es la figura que admira Yuri y el cual se vuelve su entrenador; por otra parte, Machida admiraba al suizo Stéphane Lambiel, también coreógrafo, ganador de medalla olímpica invernal en el año 2006 y dos veces campeón del Grand Prix, quien se convirtió en entrenador del japonés. En una entrevista, Lambiel comentó que “Mirar el patinaje de Tatsuki era como enamorarse. Tiene algo especial. Sentí que su técnica y talento artístico seguiría creciendo”, además de participar como seiyuu en la serie.
-La Cita
“Los patinadores reales también tienen una sensualidad asombrosa, así que nos gustaría realmente representar una sensualidad fresca y pura que no se perderá con el anime bishojo. Espero que todos ustedes se unan a nosotros para disfrutar de las sensaciones de sensualidad que las competiciones deportivas están infundidas”.
Esto es lo que dijo en una entrevista la creadora Mitsurou Kubo el año pasado. Nacida el 19 de Septiembre de 1975 en Sasebo City, Nagasaki y es una fan del patinaje artístico. Otras de sus obras son “Moteki”, “Again!!” y “3.3.7 Byooshi!!”, además de dibujar “Tokkyuu!!”.
-La Pregunta: ¿En qué año y quienes fueron las protagonistas del escándalo de patinaje artístico más famoso? R: Nancy Kerrigan y Tonya Harding, en 1994.
Como mencionamos antes, Kenji Miyamoto fue el encargado de las coreografías de la serie y fue este mismo quien fue uno de los coreógrafos de Machida. Después de su mencionada participación en el Grand Prix, el patinador continuó preparándose y su esfuerzo fue recompensado con un quinto lugar en los Juegos Olímpicos de Invierno del en Rusia en 2014 y finalmente ganando la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Patinaje Artístico de la ISU el mismo año. Ahora me pregunto… ¿Hay duda de que hay similitudes marcadas entre la labor de este deportista y el propio Yuri? Y el final de esta nota es más curioso; Mitsurou Kubo dibujó un cartel para apoyar al patinador durante una competencia. Esto es realmente maravilloso.
-Y para el final…
Y así, como hay casos como el de Machida Tatsuki, el anime nos ha regalado obras basadas con ciertas similitudes como el caso de Kazuyoshi Miura (comparado con Oliver Atom de “Captain Tsubasa”) o la verdadera historia de Hanamichi Sakuragi, mismo que fue homenajeado siendo protagonista en “Slam Dunk”. El deporte y el anime no solo es la base del valores, de demostrarnos la lucha incesante de la ardua preparación, de los sueños por cumplir y del espíritu de su nación. “Yuri On Ice” nos refleja que va más allá de un bonito “Fan Service” o de ser una obra deportiva de relleno, es toda una trama que merece ser analizada y vista; para un servidor, el patinaje artístico es una de las disciplinas más hermosas que siempre anhelo ver cada 4 años o cuando hay alguna competencia. Hoy el mundo no está dominado por Plushenko, Michelle Kwan o Yuzuru Hanyu, sino por Yuri Katsuki. El camino del guerrero solitario, a través del hielo, continua…