Una de las cosas más características del anime es el empeño que le ponen las producciones al apartado musical. Los “openings”, los “endings” y las bandas sonoras cada día son mas escuchadas y reconocidas en este lado del mundo. Ya no resulta extraño que temas en japonés aparezcan en listas de popularidad a nivel mundial. Aunque también existen canciones que son traducidas y otros artistas usan el anime como referente para sus vídeos musicales. En las siguientes palabras veremos de forma breve como artistas occidentales han tomado la música y estética del anime en su obra.
Intro: Las primeras traducciones.
La primera nota la dieron las distribuidoras. En las décadas pasadas para poder comercializar este producto “nuevo” algunas personas apostaron por traducir completamente el contenido, incluyendo las canciones. Aquí hay que abrir un paréntesis y hablar de esos casos donde se hicieron canciones nuevas y que hoy en día las como decisiones curiosas, siendo la más recordada “Los guardianes del universo” de Saint Seiya.
También tenemos los intros hechos por 4kids. Estos eran canciones 100% originales y que podían o ser muy buenos, o ser muy malos. Para ejemplificar tenemos el intro de Pokemon, oda de perseverancia y valentía, que todo niño noventero se sabe de memoria. Y en el lado opuesto de la moneda tenemos el “Digirap” que sustituía al tema de “Butterfly”, una cosa que pensaron los ejecutivos sería muy cool para la chaviza noventera y que termina siendo el sonido encarnado del cringe.
Cuando se doblaron las series al español latino muchas canciones si se tradujeron directamente de su versión japonesa, teniendo un cuidado a detalle sobre la métrica y el mensaje. Se vale presumir lo bueno que estaba hecho ese trabajo, al punto que los cantantes hoy en día son todos unos rock stars en la comunidad otaku.
Marisa de Lilli (op de Sailor Moon), Ricardo Silva (Dragon Ball), Mauren (saint seiya), Jade (Ranma ½), Adrián Barba (Slam Dunk), Cesar Franco (digimon), y muchos más artistas hoy en día se encuentran en un pedestal gracias al cariño del público y siguen presentes gracias a la magia del internet. Y hablando de internet, este nos trajo unas cosas de lo más interesantes.
Como te extrañamos Ricardo
Estrofa: AMV
Anime Music Video, o mejor conocido como AMV es la destreza y habilidad de poder mezclar canciones, en su mayoría mainstream occidental, con escenas y momentos de anime.
A priori, parece ser algo tan simple y sencillo. Pero, pero, pero, tiene su chiste, toda una historia e incluso un artículo en Wikipedia. Resumiendo lo más posible esta historia de ya décadas; encontramos al primer AMV en 1982 y se trata de fragmentos de Space Battleshio Yamato con la canción de All you need is love.
Luego de eso tenemos los medios de edición que van desde grabar una pantalla con una cámara y montar las canciones, hasta la explotación del programa Adobe Premier. Su impacto en Estados Unidos llevó a la A-Kon (convención otaku) a impulsar un concurso y en 1992 se empezó a hacer presente el nombre de Kevin Caldwell.
Este muchacho fue el responsable de crear ese AMV que mezclaba escenas de Evangelion con la canción Engel de Rammstein, y estoy un 90% seguro de que lo viste o al menos sabes de su existencia.
Entre los años 2000 y 2007 en Francia y Rusia se dio un boom de esto y varias personas empezaron a desarrollar programas para facilitar la edición y montaje de estos vídeos. Conceptos básicos como storytelling o giro argumental se hicieron cada vez más presentes y el nivel de detalle empleado hicieron a este concepto todo un hito en la cultura pop. Hoy en día ya no son tan populares, debido a los derechos de autor, pero en internet existen también otras personas que hacen cosas con la música de anime.
Chorus: Las Cover Band y los Youtubers.
Con el auge del anime era casi inevitable que personas otakus y con talento musical exploraran las canciones de sus series favoritas. Y si algo hay que tener para poder tocar música japonesa es mucha, pero mucha destreza. Como nota al margen; hace un tiempo traté de aprender a tocar la guitarra y me fui de espaldas al ver una tablatura de una canción de “K-on!”, la forma de ejecutar los acordes, las escalas, el tempo y el ritmo hicieron ver al “Master of Puppets” de Metallica como un libro de jardín de niños. Ahora imagina lo complicado que fue para las bandas pioneras en sacar las primeras canciones, literalmente tuvieron que ver otra forma de hacer música.
Algunas bandas que empezaron un camino de “anisongs” hoy en día siguen vigentes y crearon su propio nicho de seguidores. Aquí en la CDMX tenemos a Just Lee Rock o Nami 2 (aunque esta última se enfoca más a ser tributo a scandal). Incluso parte del staff de Asia Stage se rifó en los escenarios de convenciones de anime.
Por otro lado, mientras personas hacían AMV, otros decidieron hacer covers de sus canciones favoritas y gracias a la magia del internet son reconocidos a nivel mundial. En Ecuador tenemos a Covers Duo, en Chile a Ilonqueen, en Noruega tenemos a Pellek, en Estados Unidos tenemos a Jonathan Young y así podemos seguir todo el día.
Aunque aquí en México siempre tiramos creatividad a más no poder y surgieron los covers versión banda, salsa, grupero, norteño y cual género musical nos saquemos de la manga. Muchas de estas versiones se toman enserio y no te queda de otra que bailar de cartoncito de cerveza, pero otras son con intensión de hacer una parodia o una mofa, cómo la cumbia de Goku.
Hasta ahora hemos visto a fanáticos haciendo cosas por el amor al anime. Sin embargo, y por más que muchos renieguen, el anime es mainstream. No es algo ya único para ciertas personas y desde hace años es parte de la cultura pop. Para muestra, los vídeos musicales que usan al apartado visual como herramienta.
Encore: Visualmente nipón.
La animación es algo que ha acompañado a la industria de la música desde hace mucho tiempo. Vídeos como Take on me, Fell in love with a girl o la misma banda Gorillaz han experimentado y ganado un lugar en el olimpo de la creatividad. Y luego llegaron directores y creativos que decidieron emplear algo más estilo anime para darle un punch extra.
“20 de enero” de la Oreja de Van Gogh utiliza una secuencia animada en un estilo no tan pulido pero que utiliza referencias al cine de Ghibli, aparte de una paleta de colores muy de anime de los 2000. En este mismo camino tenemos a Tyga con “Boss up”; un vídeo que mezcla imagen viva con segmentos animados con una paleta de colores en tonos neones y vibrantes. Y más recientemente tenemos a Billie Eilish con you should see me in a Crown, que utiliza un diseño algo ácido para reflejar la letra y esencia de la cantante.
Aunque el grupo más popular entre fanáticos de anime y que supo jugar bien sus cartas a partir de los AMV es Linkin Park. Desde sus referencias a Gundam hasta el vídeo musical de Breaking the habit, que fue dirigido por Joe Hahn y supervisado por Kazuto Nakazawa, una pieza importante en el anime Samurai Champloo.
Sin embargo, la joya de la corona en cuanto a música occidental y arte de anime es Daft Punk. ¿predecible? Si, sobre todo porque se me ocurrió ponerlos de portada, pero muy justificada su mención. Interstella 5555 es una producción francojaponesa. Una ejecución visual del álbum Discovery que mostró el potencial que tiene el estudio TOEI y que puede aspirar más allá de hacer spin off horribles de sus franquicias que tratan como zombies.
Volviendo al proyecto, cada canción fue animada y al juntar todos los cortos tienes la película. El guion se apoya en lo visual, pues no hay diálogos. Cada fragmento funciona perfecto como un stand alone, pues cumple con los puntos de la narrativa básica. Existen críticas duras contra el film, pero es un producto que ha envejecido bien y sigue siendo muy entretenido de ver, escuchar y hasta bailar, con un suspenso ejecutado en cada momento, volviéndolo un referente a la hora de juntar arte de diferentes partes del mundo.
Último acorde.
El anime es una parte importante de la cultura pop, aunque los medios pierden la cabeza cuando un artista usa referencias en su arte, el público ya está acostumbrado a estas interacciones y a alguna parte le da gusto que pasen. La música sacada de anime es un buen nicho para practicar, aunque algo complicado para mantenerse pues debes tener una creatividad siempre en crecimiento. Re inventar temas clásicos es todo un reto, que se vuelve satisfactorio cuando la gente abraza esa versión como una favorita indiscutible.
Y ahora te toca a ti. Cuentanos en redes sociales cual es tu canción favorita de anime en español o inglés, también que vídeo inspirado en anime te gusta. Yo soy Angel Garmol y los dejo con lo que todos queríamos ver… ¡A Jyuria y Panda en una banda!