Algo que hay que aplaudirles a los escritores japoneses es esa habilidad que tienen para recontar una historia y, aun así, hacer que se sienta fresca o entretenida. Aunque nos cuenten por milésima vez un tópico que se siente quemado por parte de occidente, logra usar su magia y meter un concepto o idea interesante a la trama.
Las historias de romance son un excelente ejemplo de esto. Tomemos como base la típica historia de chico conoce chica; si nos vamos al catálogo de series y películas de Estados Unidos ya sabremos como se desarrolla la trama. Sabemos en qué momento ocurren las confesiones, el beso y el “vivieron felices por siempre”. Ahora, si nos vamos al anime y manga tenemos estas historias que se crean partiendo de un concepto y cuya exploración hace avanzar la trama.
Hace poco incursioné en la fotografía y esto me llevó a buscar series que tengan por tema central, o como un detonante, el hacer fotos y llegué con esta historia romántica, que toma también la idea de “chica (con una enorme responsabilidad) conoce a chico.”
Tada-kun wa Koi wo Shinai es un anime original producido por Doga Kobo y nos presenta la historia de Mitsuyoshi Tada; un chico cuya meta en la vida es volverse un fotógrafo de renombre al igual que su fallecido padre. Su personalidad es callada y muy sincera, al punto de generar confianza en todas las personas que lo conocen. Un buen día mientras se encontraba tomando fotos conoce a una chica extranjera llamada Teresa Wagner. Ella es algo distraída y una enorme fanática de un programa japones de una era antigua.
Lo que parecía un encuentro pasajero se vuelve casi una rutina, ya que Teresa es alumna de intercambio, que asiste a la misma escuela que Tada y que vive en el hotel situado a un lado de la casa del chico. Como un extra, Teresa se integra al club de fotografía de la escuela, donde poco a poco se empieza a acercar a Tada y poco a poco se le presenta el conflicto y una lucha entre el deber y el corazón.
Este par no está solo. En sus aventuras veremos a otros personajes, como lo son: Alec, la mejor amiga de Teresa y guarda espaldas. Su carácter llega a ser algo rígido, pero poco a poco se va mostrando un corazón cálido y alma bondadosa. Kaoru Ijuin es miembro del club de foto y es un narcisista buena onda, que siempre se pone como tema principal en las fotos que hace.
Hajime Sugimoto es el presidente del club de foto y es muy disciplinado en todo lo que hace, aunque se pone bien punk cuando habla de la belleza del cuerpo femenino y como su meta es hacer retratos de desnudos. Hinako Hasegawa es tímida e inocente de mirada. A lo largo de la serie se le muy junta con Hajime, pero, pero, pero ella es en secreto una modelo que Haijme admira y el muchacho cegado por el fanatismo no se da cuenta de esto. Kentaro Yamashita es un chico que sigue a Tada de forma leal, por lo que es apodado como su perro (que manchados) aunque esto no le molesta.
Tada vive con su abuelo y su hermana pequeña Yui. Ambos admiran lo mucho que ha crecido Tada como fotógrafo y lo alientan a perseguir sus sueños, al igual que su gato Nyanko big, que fue rescatado cuando era pequeño y ahora está en una especie de deuda con el chico. Por último, tenemos la aparición de Charles de Loire, muchacho guapetón originario de Francia y cuya aparición nos marca un poco del conflicto interno de Teresa.
Doga Kobo tenía que apostar fuerte en este anime por el mero hecho de tener a la fotografía como eje narrativo. En mi opinión, creo que lograron un muy buen trabajo y supieron balancear muy bien las cuestiones de fondos y animaciones fluidos, recurriendo a los cuadros fijos cada que eran necesarios para contemplar lo que veían y sentían los personajes.
La paleta de colores está llena de tonos muy cálidos y saturados, incluso en las escenas que se desarrollan de noche, en invierno o con un clima nublado. Podemos apreciar muchas referencias a edificios reales y ya poniéndome quisquilloso, hay tomas que se hacen en una especie de gran angular. Esto es para poder tener en pantalla la mayor cantidad de elementos posibles.
El diseño de personajes se encuentra muy apegado a las tendencias actuales, donde se tienen anatomías estilizadas, pero aún se conservan esos ojos enormes y llenos de muchas tonalidades para los primeros planos. Algo que me gustó es el detalle de como cada personaje tiene su forma de llevar el uniforme y cuando están vestidos de “civil” cada uno tiene un look diferente. Buena atención al detalle.
Tada-kun wa Koi wo Shinai está llena de muchos momentos divertidos y de tención al llegar al desenlace de la historia. Pequeños detalles que va dejando la trama se suman para la resolución final y deja un grato sentimiento en el espectador. Este anime funciona a muchos niveles; pueden disfrutarlo los fanáticos del romance, los fanáticos de la fotografía y los fanáticos de los diseños moe o bishonen. Y, quien sabe, puede que incluso te den ganas de hacer fotos luego de verlo.
Ahora te toca a ti. Dinos en nuestras redes sociales tu opinión de este anime, así como de dejarnos tus sugerencias. Por mi parte sería todo y nos vemos hasta el siguiente #viernesdeanime.
Cuando te dicen que ya hay que ir de forma presencial a la chamba