Venganza, uno de los sentimientos humanos más profundos y negativos. Nace a partir de la impotencia, de la injusticia, del odio, de rencor, de esa sensación de “no más”.
Jigoku shoujo va de como las personas contactan con Ai por medio de una página de internet que se abre durante la media noche. El motivo por el que buscan la ayuda de Ai es para vengarse de alguna persona. Sí Ai acepta la petición esta aparece, sola o con sus esbirros, y te da un muñeco de paja negro con un hilo rojo en el cuello. Al tirar del hilo se concede la venganza, pero la persona que la solicitó debe dar a cambio su alma una vez que muera y durante toda su vida llevará la marca de dos círculos en el pecho.
Los esbirros que acompañan a Ai son: Wanyudo; un hombre de edad madura, calvo y que se convierte en el muñeco de paja que simboliza el contrato. Ichimoku Ren es un joven de apariencia fresca, tiene un flequillo que le cubre el ojo izquierdo y muchas veces se le ve usando un ojo para espiar a las personas. Hone-Onna es una geisha de cabello largo y negro, usa sus encantos para engañar a hombres o para acercarse a las personas de una forma más directa. Otro personaje que aparece es Kikouri, una misteriosa araña que vive en el mundo de Ai.
Durante los 26 episodios que conforman la serie vemos diferentes motivos por los que una persona busca a Ai. Va desde alguien que ya no aguanta el abuso de una compañera de clase hasta la rivalidad entre hermanas. El plot puede sonar repetitivo y algo que se desgasta rápido. Aun así el guión se las arregla para jugar con la fórmula y es alrededor del capítulo 8 cuando tenemos la incorporación de Shibata Hajime, el cual se empieza a interesar por Ai y cada vez se ve más ligado a los hechos que van pasando a partir de la misteriosa página llamada “Jigoku Tsunshin”
Este anime ya tiene tiempo, 14 años a la fecha de publicación de esta nota. Se puede apreciar esa brecha que hay en todo ese tiempo en estética, ritmo y formatos. Los colores son paletas simples y con sombras que llegan a ser ausentes en muchos momentos. Los escenarios cambian al momento de que los contratos son ejecutados y la atmósfera se torna agobiante.
Jigoku Shoujo es un ejemplo de que el odio solo produce más odio. De que muchas veces las personas se sienten superiores, con la autoridad para pasar la línea y creer que no habrá consecuencias. Pero como dicen por ahí “el valiente vive hasta que el cobarde quiere”. Aun cuando vemos las consecuencias que se puede alcanzar en ciertos casos, la venganza no es la mejor salida. Si conoces a alguien o tú estás en una situación similar busca ayuda, ya sea en autoridades, abogados, médicos o cualquier persona que pueda aportar una solución.
La serie tiene en total 4 temporadas pero por ahora solo nos quedamos con la primera. En un futuro exploraremos el resto de la vida de Ai. Ahora dinos tú. ¿Viste la serie? ¿Cuál es tu opinión? ¿Harías un pacto con Ai? cuéntanos en nuestras redes sociales y nos leemos hasta el siguiente viernes de anime.
