No es la primera vez que hablamos de un anime ecchi en estas entradas. Ebichu tuvo el honor de ser la primera y luego fue Seitokai Yakuindomo, teniendo de esta manera las diferentes maneras en que se pueden exponer el fanservice y los chistes de connotación sexual.
Sin embargo, dentro de lo ecchi también hay series que se cargan un estigma cuando salen de Japón, siendo los más mencionados los que tienen por elemento principal una loli. Explicando de forma breve: una loli es un personaje femenino, de edad joven y que tiende a ser descrita como muy “kawaii” o “moe”. Para ejemplificar esto tenemos la serie de la que hablaremos el día de hoy, la cual se robó los reflectores por motivos muy diferentes a su calidad narrativa y que fue un punto de debate para gran parte de la comunidad del anime. Hoy hablaremos de Eromanga sensei.
Eromanga sensei es la historia de Masamune, un estudiante que se gana la vida escribiendo novelas ligeras. Narrativamente no son tan buenas pero logran venderse por el otro componente de este mercado: las ilustraciones “eróticas” que las acompañan. El autor de estos dibujos es Eromanga Sensei, quien resulta ser nada más y nada menos que Sagiri; su hermanastra que tiene 12 años y una mente bien cochinota, y quien se volvió hikikomori luego del fallecimiento de los padres de ambos. Porque toda historia sobre adolescentes que se respete debe comenzar con los padres muertos.
Ambos hermanos comienzan a mostrar un acercamiento en su pausada relación luego de la revelación de la identidad de Sagiri y esta se va desarrollando más cuando aparecen en escena los otros personajes. Elf Yamada es una escritora y sueña con ser la mejor en esto, sintiendo que para ello debe tener la ayuda de Eromanga sensei, aunque eso signifique luchar contra Masamune. Megumi es una compañera de Sagiri, que también tiene la hormona muy alborotada y en más de una ocasión nos enseñará sus talentos como modelo. Muramasa es otra escritora y que es fan de Masamune, ella es muchas veces esa seguidora hardcore que desea una continuación de su obra favorita, aunque poco a poco se enfoca más en sus proyectos. Otro autor es Kunimitsu, pero que nomás está ahí, respirando, igual que una planta.
Y agregando un elemento más al fanservice,las chicas llegan a sentir amor por Masamune, dando como resultado un harem. Y, como se darán cuenta, la narrativa es muy parecida y cumple con elementos que a estas alturas se han vuelto clichés y que son usados casi como recetas de cocina. Cosa que se ha llevado muchas críticas para esta y otras series de anime.
Visualmente, Eromanga sensei tiene un lenguaje muy sencillo. Sigue las pautas de estos animes que se producen con poco tiempo antes de su emisión. Los colores tienen un uso muy de nicho de las producciones actuales y la fotografía no experimenta o se sale del molde. El diseño de personajes se inclina por lo moe por la obvia razón de ser un producto enfocado al mercado masculino. Donde brilla realmente el dibujo y talento de los artistas, es cuando Sagiri muestra sus dibujos. Estos tienen un detalle muy atendido y muy probablemente tuvieron a ilustradores profesionales haciendo estos dibujos.
Para serles honestos, esta serie no la tenía contemplada para que apareciera en esta sección, sin embargo, por comentarios que se han dado en varios After Stage y por las medidas que han tomado diferentes naciones y organizaciones contra estos productos, que van desde una regulación directamente en Japón, hasta la censura y prohibición de las lolis, decidí traerla a la plataforma.
Este anime fue la punta de lanza para un movimiento en Australia, pues en Febrero de este año la legisladora Connie Bonaros ha buscado el prohibir contenido que pueda interpretarse como abuso infantil o que caiga en lo inmoral. Y el mes pasado una cadena de librerías decidió retirar el manga de Eromanga sensei de su catálogo, junto con otros 6 títulos más, gozando de gran popularidad en el resto del mundo algunos de ellos, como lo son Sword art online y No game no life, luego de que la legisladora emitiera una carta abierta en pro de lo moral. Cabe aclarar que en dicha carta no se mencionan los títulos de estas series.
Connie Bonaros
Esto me lleva a pensar entonces en las brújulas morales que se tienen en diferentes partes del mundo. Mencionando a Australia de nuevo, ¿Serán capaces de censurar también obras de Murakami? Pues en “Tokyo blues” hay una escena de una adolescente tratando de seducir a una mujer mayor, y en “Kafka en la orilla” se describe el cómo un chico de 15 años tiene coito con una mujer que ronda el ocaso de su vida. ¿Acaso solo que está dibujado o animado pasará por estos filtros? O entonces ¿cual será el rango para decidir que es lo que se puede consumir o no?
Mientras el resto del mundo decide que sí y que no es moralmente aceptado nosotros queremos conocer tu opinión y que nos cuentes: ¿Crees que Japón deba regular este tipo de contenido? ¿Crees que estas series deben ser censuradas en otras partes del mundo? y sobre todo ¿Cuánto peso crees que tienen las series de lolis en el mercado de entretenimiento nipón? Recuerda que, aunque son series de ficción, siempre tendrán un impacto en el imaginario colectivo y muchas obras no encajan con las visiones, valores o ideas de países diferentes al suyo. Esperamos que de verdad nos dejes tu comentario sobre este tema, así como de ver los After donde se llega a debatir de estas y muchas otras mas noticias del mundo otaku. Por el momento sería todo de mi parte y nos vemos hasta el siguiente viernes de anime.