Creo que hablo por todos al decir que, son muy pocas las personas que no logran disfrutar de un producto audiovisual animado. Todos tenemos una caricatura, una película, o un anime que le decimos a otros “debes ver esto”. Aunque es algo muy ligado al mercado infantil, no negarán que hay historias asombrosas que hablan sobre el existencialismo, problemáticas mundiales o el camino que se debe seguir para la superación personal.
Pese a que la forma de producir y organizar los procesos difiere en cada parte del mundo, comparten un principio fundamental: Toda animación nace de la cabeza de una persona. Y directores tales como Miyazaki, Hosoda o hasta Burton, empiezan haciendo bosquejos, para llegar a resultados asombrosos.
En el año 2016 Sumito Owara publicó un manga que va sobre esto y que este año pegó el brinco al formato animado. Y de una vez lo digo, todo fan de la animación debe ver sí o sí esta obra llamada Eizouken ni wa Te o Dasu na!
Entrando más a detalle podemos decir que Eizouken es una obra que nos presenta a tres chicas: Asakusa, Kanamori y Mizusaki. Ellas se juntan para formar un club de animación en su escuela y a priori parece que todo puede salir bien, sin embargo, siempre deben sortear obstáculos para poder culminar sus ideas y proyectos.
A simple vista puede parecer un anime de recuentos de vida muy común y con una trama sencilla. No obstante, la magia ocurre cuando estás niñas, su entorno y sus ideas se vuelven como engranajes, que deben hacer funcionar un todo, volviéndose las protagonistas simbolismos de los ingredientes necesarios para echar a andar un proyecto.
Explicando estos simbolismos podemos comenzar con Midori Asakusa. Es la primera en ser presentada y tiene el rol de directora de proyectos. Ella viene siendo la parte creativa, la que genera las ideas y desarrolla las hojas de personajes y escenarios. Es esa pequeña voz que dice “¡Oye, esto es una buena idea!” y la aterriza en papel.
Luego de tener esa idea debe venir un desarrollo y luego una ejecución. Tsubame Mizusaki es quien ocupa este cargo y es la animadora en jefe. Desde pequeña ha estudiado el movimiento de todo y lo ha entendido muy bien. Ella viene siendo esa parte que te guía en como hacer las cosas, en que conocimientos cultivarte y el orden que debe llevar todo.
Y una vez que se tiene una idea trabajando, se requieren fondos, logística y como poder vender la idea. Este puesto lo ocupa Sayaka Kanamori, mejor amiga de Asakusa y quién posee un excelente olfato para los negocios. Su rol es la de productora y quien también te dice “¡No corras antes de caminar!” y en más de una ocasión le pone los pies en la tierra al resto del equipo para hacer bien las cosas.
Ya que las niñas logran funcionar y hacer su trabajo viene la segunda parte, y a ojo de un servidor, es donde se complementa la ecuación, que da como resultado una carta a quienes admiran la animación. Cada que las protagonistas exponen sus ideas conceptuales o sus cortos, la serie cambia a algo completamente mágico, algo surreal. Los escenarios cambian para exponer a la perfección ese sentimiento de creación artística y la serie le dice al espectador “Esto pasa por la mente de tu creador favorito, cuando imagina el producto en el que está trabajando.”
El estilo artístico de la serie es tan sencillo y eso complementa perfectamente cuando se expone el proceso creativo. Los directores, escritores y artistas lograron materializar ese sentimiento mágico de cuando nacen las ideas y se les da forma y razón de ser, tanto en su mundo como en el nuestro.
Eizouken puede abrumar un poco a quienes no son muy fan de la animación, pero eso no quita que la disfruten. En cambio, si eres artista visual, si eres dibujante, si eres cineasta, si eres alguien que quiere empezar un proyecto nuevo, es obligatorio que veas la serie. Ya que resuelve dudas y da muy valiosos consejos.
Hay un motivo por el cual recomiendo este día Eizouken.Y se trata de que hoy cumplo un año de colaborar en Asia Stage. El anime ha sido un compañero y ha forjado varios valores en mi. Me ha dado ese empujón que muchas veces necesito y me ha permitido conocer a increíbles personas, entre ellas a Jyuria y a todo el equipo detrás de este proyecto. Le doy las gracias a Jyu por la oportunidad de contarle al mundo sobre este medio de entretenimiento, ya sea en forma de recomendación, de biografía de un autor o de explorar los mundos que nos muestran. Agradezco también a todas las personas que leen las notas, que las comparten y comentan en redes sociales. Eizouken se volvió una serie muy importante para mi, pues refleja mi cariño por la animación nipona, mostrando también un ejemplo que muchos artistas han recorrido o estamos recorriendo. Espero realmente que quienes vean la serie, miren con otros ojos los productos animados y simpaticen con creadores y artistas, pues no hay mejor satisfacción que ver a la gente valorando algo en lo que has puesto todos tus conocimientos y sentimientos. Es una serie que te hará amar la animación.
Con esto llegamos al final de la nota. Recuerda decirnos en redes sociales tu opinión y también decirnos que serie te gustaría ver aquí. Por mi parte sería todo y nos vemos en los siguientes 52 viernes de anime… ¡Si es que no se extingue la raza humana antes!
Que todo lo que pongas en papel, ¡se haga realidad!