A propósito de fondos… Sin duda alguna, cada animación, serie o videojuego nos tiene que trasladar a una época en especifico, ya sea por los diversos escenarios y en este caso, por las piezas musicales que son incluidas. Ya hemos mencionado antes el extraordinario legado de la portentosa Yoko Kanno, una de las compositoras más reconocidas en el medio del “Anime Fan”, valorada por los múltiples aficionados del anime Cowboy Bepop y por ser la comparsa perfecta en la carrera de Maaya Sakamoto; las comparaciones serían burdas en este aspecto, de no ser porque hoy les hablaré de otro genio en este arte de las piezas instrumentales: el señor Takeo Watanabe.
Este gran ser humano vió la luz de este mundo el 16 de Abril de 1933 en plena capital del país nipón (no se sorprendan, por lo regular, en Tokio surgen los íconos de la industria); obviamente, su talento proviene de familia y siendo descendiente de su padre Urato Watanabe, que fue un conocido actor y músico, el pequeño Takeo ya sabía el camino que debía seguir en un futuro y aunque no hay muchos datos al respecto, también padeció por los problemas de la Segunda Guerra Mundial, en donde hombres como Hayao Miyazaki o Osamu Tezuka, también forjaron su andar para brindar algo en un futuro a todo el mundo de la animación japonesa y a su nación; estudió Economía en la Universidad de Musashino y con 23 años de edad emprendió su primer gran aventura, en la cual, viajó a la propia capital de Francia, la ciudad de Paris, ambientándose por completo en el entorno musical, especialmente en el género clásico; dos años después, en 1958, inicia su camino en los fondos instrumentales con su participación en la película Live Action “Hakuja Komachi” y posteriormente con otras producciones como Demonio Invisible (1960), El Ninja: Un Nuevo Comienzo (1966), Cuando la galleta se desmiga (1967), La Monja Atrevida (1968) o El Sacerdote y la Casa de las Monedas de Oro (1968), solo por mencionar unas cuantas; fue a los finales de esta década cuando la compañía Toei Animation decide incorporarlo a sus filas, comenzando su andar en el mundo de la animación japonesa con “Watch Out, Crimson Bat!” en 1969.
A partir de ahí, las notas de Watanabe empezarían a volverse indispensables, cuando un año más tarde, en 1970, su trabajo es requerido para la serie “Mako la sirena” (Maco The Mermaid) y en ese instante para el anime “The Invisible Swordman”; “30000 millas de viaje submarino (1971)”, “Play (1971)”, “Asobi (1971)”, “Trail of Blood (1973)” y “Cockroach Cop (1973)” fueron sus siguientes entregas musicales; pero en ese mismo año tuvo su primera colaboración importante, con el clásico sex symbol japonés “Cutey Honey”, tema que posteriormente tuvo su cover de la mano de la artista Koda Kumi en nuestra época actual; ese mismo año es invitado a participar en el género de los Doramas con el título “El Lobo Solitario y su cachorro” y en 1978 sus piezas fueron incluidas en la producción “Torre Blanca”; en el terreno animado, es en 1974 cuando vuelve a ser considerado para otra obra de culto, el anime de “Heidi, la niña de los Alpes”, que a bien decir de los fanáticos de antaño, los fondos musicales de esta serie son de lo mejor que se ha escuchado en los animes a lo largo de la historia; esta década es la más importante en la carrera de Takeo, ya que, para 1976 su labor vuelve a ser notable, con la música de otro entrañable clásico como lo es “Candy Candy”, otra de las discografías más queridas por los aficionados al anime y un año después, fue el impulsor de las notas instrumentales de la joya animada “Remi”; para ser más claros, Watanabe participó en tres de los clásicos del anime más reconocidos a nivel mundial, todos tocando temáticas tristes y de drama, pero a la vez, donde se requería que esas partituras fueran un impulso de vida no solo para las propias animaciones, sino para la misma trama.
-La Cita
“Abuelito dime tú, que sonidos son los que oigo yo…” o “Si me buscas tu a mí, me podrás encontrar…”, son solo dos pequeños fragmentos de esos temas de apertura que podemos recuperar de Heidi y Candy, respectivamente; por cierto, el doblaje y la traducción (al menos, en las canciones) de ambas animaciones son excelentes y prácticamente acordes a la letra en japonés, a pesar de ser de distintos países; un reconocimiento al señor Carlos Amador (Q.E.P.D.), por traer Heidi prácticamente con las notas originales del maestro Watanabe.
-La Pregunta
¿Qué mangaka participó en las series Candy Candy y Lady Georgie?
R: Yumiko Igarashi
Termino los 70’s con su participación para la serie Mobile Suit Gundam (1979) y empezando la década de los 80’s, tuvo otra valiosa colaboración con otra obra de huérfanos, es decir, Sandybell, esto en el año de 1981 y a la par, su música fue incluida para las películas de la serie de robots antes mencionada y otra historia clásica conocida como “Mujercitas”; dos años más tarde, en 1983, sus notas fueron usadas para Lady Georgie y para las Aventuras de Serendipity, terminando su labor con la serie “Fugitive Samurai (1984)”; aún así, no dejo de colaborar para algunos filmes cinematográficos hasta 1988; la razón de su escasez de labores era por su lucha por el cáncer, misma que, para nuestra desgracia perdiera el 02 de Junio de 1989, a la edad de 56 años, terminando así con la vida de uno de los más grandes compositores de la animación y a mi entender, de todo Japón.
-Y para el final…
A pesar de su partida física, la labor del sensei Watanabe continua… su canción “Tomei Tengu” fue incluida en la banda sonora de la película “Lost In Translation” en el año 2003 y es en 2008 cuando recibió un homenaje póstumo en el marco de la Tokyo International Anime Fair; también tiene su página de Internet oficial: http://sankyoshinsha.jp/index.html. ¿Qué más se puede decir de este gran hombre? Su legado continua vivo a pesar del paso de los años y sus creaciones musicales siguen acompañando cada fibra de las historias con las que hemos crecido; así como el sensei Tezuka fue indispensable para la difusión de los mangakas y animadores, asevero a decir que el maestro Watanabe lo es para el mundo de las piezas musicales en las animaciones. Gracias por todo su talento, sensei Takeo!!! El camino del guerrero solitario, al igual que el de Remi, Candy, Sandy y Heidi, continua…