A propósito de leyendas… El basquetbol es uno de los deportes más practicados en el mundo y la mayoría de los que ven y aman este juego no olvidan nombres como Michael Jordan, Edwin “Magic” Johnson, Larry Bird o más actualmente, Kobe Bryant o Lebron James. Pero en el mundo japonés, un autor ha sido capaz de crear una de las historias más apasionantes alrededor de este deporte y el cual sentó las bases para otras obras alrededor de esta disciplina tales como “Kuroko no Basket” o “Dear Boys”. Este hombre es Takehiko Inoue, nacido en la ciudad de Kyushu un 12 de Enero de 1967. Durante su vida estudiantil practicó el baloncesto, que luego se convertiría en uno de los temas principales de su obra, la cual se caracteriza por la gran claridad y realismo de su dibujo, que refleja de modo fiel en las proporciones del cuerpo. Su primer éxito como autor fue la conquista del prestigioso Tezuka Show, gracias a su obra “Kaede Purple”, centrada en el deporte ráfaga. A continuación trabajó por unos meses como asistente de Tsukasa Hojo, autor de City Hunter.
Y así, fue en 1990 cuando salió su obra máxima: Slam Dunk. Su manga llegó a convertirse en el manga más vendido de la historia (título que le arrebató años después One Piece) y fue adaptado como anime en 1993 con notable aceptación. Se trataba de una obra de gran calidad gráfica y que combinaba un tratamiento emotivo y realista del baloncesto con un sentido del humor desbordante que lo hizo muy popular. Slam Dunk narra la historia de la evolución como jugador de basquetbol y como persona de su protagonista, Hanamichi Sakuragi, un joven pelirrojo de 15 años, problemático y pendenciero con un impresionante registro de rechazos amorosos a sus espaldas (si 50 no se les hacen muchos…). Al comienzo de la obra vemos a un Sakuragi recién llegado al instituto Shohoku y abatido por su último fracaso sentimental. Todo cambia cuando conoce a Haruko Akagi, de la que se enamora instantáneamente, y a la que intenta impresionar intentando practicar este deporte. Sin embargo, Sakuragi desconoce por completo las reglas, además de carecer por completo de técnica. Esta situación se agrava con su llegada al equipo de Kaede Rukawa, también jugador de primer año y del que Haruko está enamorada. Sakuragi tratará de rivalizar con él a pesar de su escaso nivel, y esta rivalidad le servirá para ir mejorando progresivamente a lo largo del manga. Con el tiempo, Sakuragi comienza a apreciar realmente el baloncesto, tal vez la única actividad en que destaca al margen de las peleas y aunque sigue queriendo impresionar a Haruko a toda costa, esta dejará de ser su única motivación. La incorporación de Sakuragi hará más fuerte al equipo del Shohoku, que capitaneado por Takenori Akagi, hermano de Haruko, afrontará por primera vez el torneo de Kanagawa y posteriormente el nacional con auténticas posibilidades de éxito.
Al igual que otros muchos mangas, Slam Dunk no fue adaptado al anime en su totalidad. Así, su adaptación a este formato sólo incluye los 22 primeros volúmenes, dejando inéditos otros nueve, en los que se narra el torneo nacional y la animación se quedo con 101 episodios y 4 OVAS. En Diciembre del 2004, se alcanzó un total de 100 millones de ejemplares vendidos, ocasión que se conmemoró con la publicación de seis ilustraciones a toda página de los protagonistas del manga en los principales diarios de Japón junto con un mensaje de agradecimiento a los lectores. Tras 31 tomos de Slam Dunk, Inoue realizó una obra también centrada en el baloncesto, pero de un corte futurista, llamada “Buzzer Beater”. También realizó varias obras cortas, entre las que destaca “Piercing”. Sin embargo, no consiguió otro gran éxito hasta que comenzó a publicar “Vagabond”, una historia basada en la vida de Musashi Miyamoto, el guerrero legendario japonés, que sigue publicando actualmente. Alterna la publicación de esta obra con “Real”, centrada en el mundo del baloncesto en silla de ruedas. Claro que, Hanamichi Sakuragi va más allá de ser un simple personaje, sino que el autor realizó su obra basada en la vida de este joven.
-La Cita
“Creo que lo que más me gusta, con lo que me siento mejor, es con la realidad. No me siento cómodo con la ficción, es un género que no me gusta mucho. Lo que quería reflejar en el manga es que cuando yo tenía esa edad y jugaba a baloncesto en el instituto, quería expresar los sentimientos que tenía en ese momento: la pérdida de un partido, jugar juntos en un equipo, ganar un partido, lograr metas y objetivos. Esto es lo que quería plasmar en el manga. El manga es un ser vivo que va creciendo conforme a los personajes, de los que no sé hacia dónde van a ir ni cómo van a evolucionar. En términos del Yin-Yang, Slam Dunk sería el Yin, la cara más bonita de la vida; Vagabond y Real el Yang, la cara más oscura”… Así define sus conceptos el señor Inoue en una entrevista que tuvo el año pasado cuando visito Barcelona, España. Cabe mencionar que, Slam Dunk contó con el trabajo de voz de René García como el simpático pelirrojo, mientras que Cristina Hernández fue una de las voces de Haruko Akagi. Y no se diga el Opening interpretado en español por el gran Adrián Barba, simplemente impresionante.
-La Pregunta: ¿Qué jugador de la NBA posee la mayor cantidad de récords, entre ellos, mayor cantidad de puntos anotados en un partido? R: Wilt Chamberlain, con 72 récords, 63 de ellos de forma personal.
La historia de Hanamichi Sakuragi inspiró a Takehiko a realizar Slam Dunk; el verdadero nació en 1968 en una familia de la clase obrera común y corriente. Su madre falleció cuando él era muy pequeño, sin el amor de su madre él usó la violencia(peleas callejeras) para resolver sus problemas. Desde niño fue muy alto y a los 12 años media 1.75 mts, y su cuerpo empezó a adquirir fuerza y mucha resistencia a través de sus peleas. Una vez él tuvo una riña con los estudiantes en la zona deportiva de la Universidad de Tokio; sus habilidades de lucha, velocidad y poder físico, atrajeron la atención del entrenador del equipo de baloncesto, y se las ingenió para que entrase al equipo menor. En un partido de práctica, a los 17 años de edad, contra el Equipo Nacional de Japón, Hanamichi, ya con 1.89 mts, fue el único que no estaba asustado por los profesionales y anotó 33 puntos él sólo: 10 tiros, 3 clavadas, 1 triple, 1 tiro que no encontraron la terminología para explicarlo, y 2 tiros libres. Aunque su equipo perdió con sólo 59 puntos (59-115), había sido un excelente primer partido para Hanamichi. El baloncesto estaba en caos, y él fue nombrado “La Esperanza del Baloncesto Japonés”. Sin embargo, su padre cayó enfermo un año más tarde. Hanamichi iba de regreso a Tokio, y este camino le costaría todo. Él bajó del autobús en Tokio y estaba a punto de cruzar la calle al hospital cuando un automóvil que iba muy rápido lo golpeo. Aunque él tenía “cuerpo de acero”, el impacto simplemente era demasiado fuerte. Se derrumbó, lo llevaron al hospital. Desgraciadamente fue demasiado tarde… antes de que le enviaran al quirófano murió por la gran hemorragia interna, tan sólo con 18 años de edad. El Mundo del Baloncesto japonés estaba completamente destrozado, llamaron esta pérdida “Colosal”.
-Y para el final…
Si bien es cierto que la vida de Hanamichi Sakuragi tuvo un desenlace fatal, su legado no fue olvidado, menos por alguien que también piensa que en el basquetbol se encuentra una forma de salir adelante, de lograr sueños y por supuesto, de diversión. No fue Michael Jordan la mayor influencia del autor, sino un joven de su país que, posiblemente, sería el mejor basquetbolista de su país hasta nuestros días. También ha diseñado los personajes del videojuego Lost Odyssey, un rpg de Mistwalker, empresa fundada por el padre de la prestigiosa saga “Final Fantasy”, Hironobu Sakaguchi. En el 2002, “Vagabond” fue premiado con la altamente aclamada Condecoración Cultural Tezuka Osamu y al año siguiente, Inoue fue nominado para el Premio Eisner del 2003 en la categoría de Mejor Escritor/Artista. De la obra del señor Inoue, también hay que destacar sus trazos, su forma en como nos muestra a los personajes desde un punto serio hasta un punto cómico. El camino del guerrero solitario, a través de una gran clavada, continua…