Hemos sido testigos de cómo ha evolucionado la industria de los eventos y convenciones relacionadas con la cultura asiática en México. Es verdad que ya existen pocos espacios con la calidad deseada para los seguidores de culturas milenarias como Japón y Corea del Sur. Sin embargo, también muy pocas se han podido mantener en el tiempo.
J’Fest ha logrado mantenerse viva en el tiempo, y cuenta con un público fiel, no obstante, de la misma forma que otros eventos, ha modificado muchos elementos. En esta edición no vimos algo diferente a los festivales anteriores, sin embargo hay algunos puntos que nos llamaron la atención.
Expositores
Esta vez pudimos ver diversos expositores con artículos relacionados con la cultura popular japonesa y coreana, además de destacar algunas marcas como Panini, quien ofreció un espacio temático en donde los asistentes pudieron tomarse fotografías. Otros, como Missha optaron por sorteos y regalos de productos, y también tuvimos stads fan made, en donde los fanáticos de diversos animes, géneros musicales o bien, tendencias pudieron encontrar propuestas interesantes.
Escenarios
En esta ocasión, los escenarios no fueron diferentes a otras ediciones, ya que como en cada evento existen 2: el dedicado al J~Rock y música, y otro al dance cover, en donde agrupaciones ya conocidas de ambas corrientes pudieron presentar números relacionados con el Visual Kei, K~Pop, J~Rock, etc.
Asia Stage también estuvo presente con la linda Isa González quien habló del estilo Harajuku a través del tiempo y las década, una especie de guía para todos los interesados en la moda japonesa.
Los invitados especiales
Esta ocasión, la convención le dio un espacio más fuerte a las tendencia de moda, pues las invitadas de Japón: KAYA Y Haruka Kurebayashi pudieron compartir con sus seguidores, los mejores consejos de estilos como Lolita y Decora. Llamó la atención la energía de las chicas y cómo pudieron compenetrarse con su audiencia, pues demostraron su pasión por las corrientes que representan y convivieron de cerca con todos sus fans.
Del lado de Corea, era imposible no ver a Luis Arredondo pasar y pasar por el escenario del segundo piso. El chico se tomó fotos con sus fans, hacía dinámicas y bailaba por ratos, lo que hacía más entretenida la convivencia.
Lo interesante…
Más allá de los invitados, los stands, y los lugares para comer, en este festival tuvo presencia el DokiDoki Café, una experiencia donde los asistentes pudieron convivir con Cosplays que atendieron a algunos invitados, y por su puesto también hubo chicos Host que consintieron a todo aquel que estuviera dentro del espacio. Atención personalizada y una experiencia definitivamente más cercana.
J’Museum
Un espacio interesante fue la galería de los eventos y artistas invitados de J’Fest y K-Show, un lugar en donde podías revivir momentos mágicos y ver la trayectoria del evento. Sólo que nos hubiese gustado que las fotos estuviesen impresas en otro material, ya que en lona no se podían apreciar al 100%.
La propuesta, nos pareció una buena oportunidad para que los asistentes conocieran un poco más de la convención.
En general, el evento logró conjuntar a una gran cantidad de fans de la cultura pop de Japón y Corea, nos encantaría que como antes se mantuviera como una propuesta interesante y plataforma de artistas independientes, y que explote mucho más el potencial del evento que es, ya que es importante que este tipo de espacios sigan existiendo para todos nuestros #AsiaLovers.