Cultura Japón

#Japón | Go: el juego que ganó más de una guerra

Escrito por Pablo Millan

Hola a todos, esperamos que hayan tenido un excelente fin de semana, hayan podido asistir a la venta colectiva X-Project y que todos sus deseos de tanabata se cumplan. Como cada miércoles en Asia~Stage les tenemos un poco más de la bastedad del mundo nippon.

Esta semana les traemos un juego milenario, tan antiguo que no se sabe exactamente cuando se creo, su nombre es Go en occidente, pero en Japón es conocido como igo (囲碁). Se origina en China, pero toma gran popularidad en Corea y en Japón, siendo este último quien lo profesionalizaría y reglamentara, creando el juego que se sigue jugando hoy en día.

Como todo juego de estrategia (el ajedrez o el shôgi) el go está basado en la guerra, pero con una diferencia fundamental, en vez de ser un juego de desgaste que busca eliminar al contrincante pieza por pieza, en este juego se construye el escenario con el objetivo de apoderarse del mayor territorio posible, obligando al contrincante a rendirse antes de ser eliminado.

Durante la segunda guerra mundial el ejercito de los Estados Unidos estudió el juego de go para comprender la estrategia japonesa de rodear y atacar, lo que le dio un pronostico de 5 años más de guerra si no se utilizaba la bomba atómica. Durante la guerra de Vietnam, el vietcong utilizó la estrategia del go para emboscar pequeños grupos de soldados estadounidenses, lo que desesperó a tal nivel a los americanos que se retiraron ante el único ejercito que no han podido domar en su historia.

Las reglas para jugar go son bastantes sencillas, pero mientras más se juega lo sencillo se vuelve complejo, por lo cual actualmente se juega bajo la presión de un reloj, para que los juegos no duren más de 1 hora. El tablero de juego profesional tiene 19 x 19 intersecciones, pero también los hay más sencillos de 17 x 17 o 13 x 13 intersecciones; las fichas de juego son pequeños discos blancos y negro tradicionalmente hechos de conchas marinas, actualmente de plástico.

Se juega intercalando turnos, comenzando por el jugador blanco y puede colocar su pieza donde él quiera:

Lo interesante viene cuando se rodea por completo a un jugador, en la imagen anterior blanco está listo para rodear a negro en cualquiera de los lugares con un circulo, en la siguiente imagen vemos que se han retirado negro porque fue rodeado por blanco, con lo que el jugador blanco se queda con las fichas negras y eso le restará puntos a negro al final del juego:

Cuando hay “agujeros” en los grupos de fichas, se tiene también que llenar para capturar, en el ejemplo siguiente se ve a blanco rodeando a negro, y para eso debe colocarse en donde están las letras:

Por último, el juego termina cuando se acaba el juego, uno de los 2 pasa el turno 2 veces seguida o uno se rinde. En ese momento se debe que contar cuanto territorio adquirió cada uno, en el ejemplo siguiente se verá que blanco se contará con x, negro con círculo y el espacio de ninguno con triangulos, siendo negro el ganador con 22 espacios contra 15, si se tienen fichas capturadas, estas se restarán:

Como se puede ver, es un juego complejo más no complicado, divertido de jugar y estimulante para el intelecto. Si se quiere jugar en México se puede encontrar los tableros en la comercial mexicana, y constantemente se dan talleres del juego en la biblioteca Vasconcelos, la biblioteca de México y el Museo Nacional de las Culturas. ¿Te animas a jugar una partida?

Sobre el autor

Pablo Millan

Redactor Sección Japón / Community Manager / Prensa

Egresado de Relaciones Internacionales por parte de la UNAM, apasionado de la cultura japonesa. Estudió japonés durante 5 años en la escuela de idiomas de la Asociación México-japonesa Kaikan y el CEI de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán. Ha participado en simposios sobre origami, ikebana, ceremonia del té, cerámica japonesa, ukiyo-e, sumi-e, confección de kimono, cocina japonesa y juegos de mesa japoneses en la UNAM, el Kaikan y el Museo Nacional de las Culturas. Promotor de la cultura japonesa en México siempre busca documentar las exposiciones en museos y galerías de artistas japoneses y de festivales culturales.

Gusta de la música rock en todos los idiomas, sus bandas japonesas favoritas son The Pillows, Asian Kung Fu Generation, Tokyo Ska Paradise Orchesta y Plastic Tree. Un lector empedernido que disfruta de novelas de Haruki Murakami, Anne Rice, Herman Hesse y George Orwells. Practica el arte marcial japonesa Aikidô y ostenta el titulo de 5 kyû con cinta verde. Gusta de las finas artes como la pintura, el teatro, la orquesta y la poesía, al igual que los videojuegos, las comedias televisivas, el anime, la caricatura estadounidense y el cine.

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