Nota escrita por: La chica conejo
En la primera década de este siglo ha habido un surguimiento de artistas mexicanos fuertemente influenciados por el arte nippon. En esta ocasión hablaremos de uno de ellos fuertemente asociado con el estilo pop y conocido por su proyecto, Tatoki.
Shinji Takemi (ST), reside en la ciudad de México y a sus 31 años es uno de los exponentes más reconocidos debido a su trabajo (art pop con influencias orientales o mejor conocido como superflat), si es que buscamos clasificar su arte de algún modo.
En esta ocasión decidí pedirle una cita cuando me entere que se había decidido por experimentar en un ámbito nuevo para plasmar su arte sobre la piel. El resultado sin dudarlo fue bastante divertido.
La siguiente es una entrevista que me concedió mientras llevaba a cabo el diseño que elegí sobre mí.
- ¿A los cuántos años comenzaste a dibujar?
ST: Yo dibujo desde que pude sostener un lápiz, desde los 2 años, siempre me ha gustado. Yo diría que toda mi vida.
- ¿Qué dibujabas cuando eras niño? ¿Qué era lo que más te gustaba plasmar?
ST: Personas nunca había dibujado por qué siempre se me complicó demasiado. Me enfocaba en animales nada más y los dinosaurios me encantaban. Dibujar dinosaurios estaba de moda así que los terminaba vendiendo.
- ¿Y cuándo comenzaste a dibujar personas?
ST: Cuando comencé Tatoki, fueron las primeras personas que he dibujado. O sea hace unos 4 años, no soy muy bueno con la figura humana.
- ¿Y qué dibujabas en el lapso entre el cual pasaste de dibujar dinosaurios a personas?
ST: No hacía nada, dibujé desde muy pequeño, pero solo lo dejé temporalmente.
- ¿Pasó mucho tiempo?
ST: Trabajaba como diseñador y el dibujo digital no es la misma cosa. No lo consideraba como una expresión tal cual. Hacía ilustraciones de lo que me pedían, pero no lo hacía por gusto.
- ¿Actualmente que es lo que más te gusta dibujar?
ST:Me gusta mucho hacer mis personajes, pero me cuesta mucho trabajo, siempre las termino haciendo diferentes. No dibujo tan bien, es más el amor por lo que hago que la técnica que tengo. Yo no estudié nada sobre dibujo artístico, yo estudié diseño.
- ¿Por qué quisiste comenzar a tatuar?
ST: Desde chico me llamaba la atención y en la secundaria tatuaba a mis amigos en los brazos con plumón, siempre me gustó mucho pero era un tabú y en mi casa todo el mundo odiaba los tatuajes. Entonces ni pensar en dedicarse a esto. Hasta que me dije lo voy a hacer ¿Por qué no? Nunca me ha gustado quedarme con las ganas de hacer algo.
- ¿No te da miedo tatuar? ¿El tener en tus manos la piel de alguien más?
ST: Si, al inicio me daba mucho miedo, pero te lo vas quitando, vas cometiendo errores, desgraciadamente, y te vas acostumbrando.
El primer tatuaje que hice, le dije a una amiga: “estoy aprendiendo a tatuar ¿Te avientas?” . No lo terminé porque la lastimé y así perdí mi miedo. Es raro pero cometiendo los errores es como te quitas las inseguridades.
- ¿Ahora, aparte de tatuar, tienes otros proyectos para este año?
ST: Si, estoy haciendo un libro, que de hecho ya terminé. Solo estoy buscando donde imprimirlo.
¿Y sobre qué trata tu libro?
Es una mini historia, la protagonista es Tatoki y obviamente tiene este rollo de superación. Lo estoy haciendo con mucho cariño.
- Háblame de tus personajes ¿Quién es Tatoki?
ST: Muchos dicen que soy yo pero no es así, en realidad es un reflejo de mi admiración y aprecio a las mujeres, a la figura femenina la cual es muy estética.
Empecé a trazar a una chica obviamente como no se dibujar figura humana, no pudo haber sido realista, es por eso que es muy anime. Al igual se me dificulta dibujar ropa la hice sin ella, aún que después decidí ponerle unos calzones y dije: “ya tengo el personaje ahora le tengo que dar un alma”. Como a mí me encanta la mitología japonesa voy a hacer un ogro y fue como le di un concepto. Así la fui creando y así nació Tatoki.
Tatoki, quien está pensada como una chica arriba de 20 años, fue la primera. Cuando hice la colección de los cuadros, para cada uno inventé a las otras 6 chicas y en total son 7 personajes, que son los 7 Chakras.
- De alguna manera el que no las dibujes con ropa, considero, marca bastante la estética de tu arte. ¿Cuándo fue la primera vez que hiciste un mural?
ST: En esa época estaba muy de moda el muralismo, que los ilustradores dieran color a las paredes y yo admiraba a varias personas una de esas es Saner. Y pensé, yo quiero hacer lo que él hace, voy a buscar dónde pintar.
De hecho aquí a la vuelta está, en la cortina de una papelería (Por metro Portales). Fui y pedí permiso. Le pregunté si podía pintar, que le iba a quitar el grafiti y ese fue el primero. Me da nostalgia cuando lo veo.
- ¿Y aún te gusta hacerlo o solo fue esa temporada?
ST: Me gusta mucho pero me desgasta demasiado, además ahorita estoy tatuando y no he pintado, luego quiero hacer de todo pero al final termino sin hacerlo, así que todo por pasos.
- ¿Hay algún artista al cual admires mucho?
ST: Si, sigo a Takashi Murakami, que es el mero mero en Japón ahorita de art-pop y lo admiro muchísimo, no es bueno pintando o dibujando pero es un genio en todo lo que el creó, en el concepto que el creó. Yo tampoco soy bueno pero creé un concepto y pienso que eso es lo que tuvo éxito. Muchos de los pintores que lo siguen también hacen cosas súper padres así que también los sigo pero es a él a quien más admiro.
- ¿Cómo definirías tu estilo o tu arte?
ST: Yo antes decía que era el que invento Murakami, el llamado superflat que está basado en la cultura pop japonesa, así como el erotismo de la cultura tradicional era parte de mi estética. Pero ahora ya no me encasillo, aun que si me preguntan que estilo tengo digo que es el superflat porque es lo más cercano, pero no es que siga alguna corriente en particular.
- ¿Qué es lo que quieres transmitir a través de tu arte?
ST: Me gusta transmitir mis conocimientos, he pasado por muchas cosas que cuando las viví me hubiera encantado que alguien me hubiera aconsejado sobre cómo actuar o que podía hacer, que no estaba solo, entonces mi meta es que mediante lo que hago, ayudar a las personas y enseñarles lo que yo he aprendido de la vida para que tampoco sufran. Trasmitir bienestar mental y emocional.
Takemi nos demuestra la sencillez de un artista que transmite para aquellos quienes lo seguimos: armonía, sinceridad y amor, pero sobre todo un mundo en el cual podemos alcanzar nuestras metas sin importar las limitaciones, que cada quien forja su destino con base a las decisiones que uno toma. Siendo un claro ejemplo de su ideología nos demuestra que “Si quieres, puedes”.