1955. Un año de cambios para la República de Argentina, pues Domingo Perón es derrocado y se da el inicio de una nueva dictadura. Países comunistas firman el pacto de Varsovia, como medida de unión y frente contra el capitalismo. Mientras, en la meca del capitalismo es inaugurado Disneylandia “El lugar más feliz en la tierra”. En este año nacieron personas que revolucionaron el mundo. Steve Jobs, Bill Gates en la tecnología. Angus Young en la música. Y en el mundo del manga nació el autor que le dio al mundo la franquicia más reconocida a nivel mundial. Una que incluso a alcanzado niveles de fanatismo comparables con una religión. El 5 de Abril el mundo conocería al artista Akira Toriyama.
Toriyama nació en Nagoya. Es hijo de un mecánico y esto lo llevó a interesarse en el diseño de vehículos. También creció rodeado por la ola de contenido occidental que entraba en su país. Los cómics de superhéroes y las películas de Disney lo impulsaron a hacer un dibujo que resulta en una hibridación de todo lo que consumía. El niño que se pasaba todo el tiempo dibujando y leyendo manga decidió estudiar diseño gráfico.
Siempre enérgico, pensó que el mundo laboral sería un sin fin de ratos creativos, donde se podía dar el lujo de seguir siendo un niño que consume manga, películas y compra juguetes. La realidad lo golpeó cuando entró a trabajar en una agencia de publicidad.
Su tarea ahí era el de diseñar poster e ir todos los días con una corbata, cosa que le molestaba muchísimo. Las fricciones con el jefe, la limitante creativa y su incomodidad con la formalidad laboral lo empujaron a que renunciara luego de trabajar entre 2 años y medio a tres. Sin embargo, en retrospectiva él agradece ese tiempo, pues le mostró cómo funcionan los negocios y por más “libre” que quieras ser, debes integrarte al sistema para poder tener éxito.
En este periodo de desempleo y mientras estaba en una cafetería se topó con un anuncio de la Shonen Jump. Se trataba de una convocatoria para nuevos mangas y muy seguro de sí mismo mandó su manuscrito. Con todo a su favor preguntó por los resultados y todo se fue al carajo al saber que no pasó ni la primera selección. Enojado y frustrado se puso a hacer otro manga y el resultado fue el mismo. No obstante, la perseverancia tiene su premio y aquí se manifestó en forma de llamada telefónica.
“Todavía lo haces mal, pero puede que tengas posibilidades. Dibuja más mangas y envialos”. Esas palabras se las dijo el editor Torishima, pieza fundamental en lo que seguiría en la carrera del joven Toriyama. En 1978 debutó de forma profesional con el manga Wonder Island; historia de un piloto que queda atrapado en una isla misteriosa y que trata por todos los medios posibles escapar.
El editor Torishima
De forma directa Toriyama nos muestra quienes han sido sus fuentes de inspiración, el que tan fan es de la cultura pop tanto oriental como occidental. Su humor es un muy bizarro, algo randoom y diseña a sus personajes para que sean lo más chistoso posible. Y como un apartado de cambio de tiempos, hay pistolas y gente fumando a diestra y siniestra, cosa que hoy en día sería más controlado por parte de la casa editorial.
Para el año de 1980 lanza su primer serie larga bajo el nombre de Dr. Slump y nos cuenta las desventuras del dr Norimaki y su creación; la niña robot Arale. Ellos viven en la aldea Pingüino y cada día se ven envueltos en sucesos que mutan a una rapsodia de humor, referencias y parodias. El público recibió tan bien el manga que solo 4 meses después de su primera publicación se estrenó el anime, marcando así un record en el salto de formatos.
Su publicación duró 4 años y en sus últimos capítulos Toriyama empezó a trabajar en su siguiente obra. Se inspiró en las películas de Jackie Chan para darle una re interpretación a una novela de China titulada “Viaje al Oeste”. Un primer intento llamado Dragon Boy nos presentó a un niño con la misión de proteger a una princesa hasta llegar a un país determinado “El país de las flores”
Las ideas de este manga fueron pulidas. Se crearon nuevos personajes y así nació, no una franquicia, sino LA FRANQUICIA. Aquella que se volvió la hacedora de otakus por excelencia, que entretuvo a miles de infantes en todo el mundo y condenó a todos los personajes de anime ser llamado “Kokun” por las mamás latinoamericanas. En el #51 de 1984 de la Shonen Jump, desde la parte más oculta de las montañas, en un valle tranquilo con riachuelos y flores silvestres, llegó un pequeño héroe y su historia: la leyenda de Goku y las siete esferas del dragón. Mejor conocida como Dragon Ball.
Si has vivido bajo una piedra y no sabes que rayos es Dragon Ball pues, haciendo un pequeño resumen: Es una historia enfocada en las artes marciales y de un niño llamado Goku. Él conoce a Bulma, una niña fresa que está buscando siete esferas mágicas que al ser juntadas te conceden un deseo.
La serie toma varios giros influenciados por la cultura popular de EU. Cuando Goku crece nos enteramos que es un extraterrestre como Superman y hay seres muy poderosos en el espacio, enmarcando la saga de los Sayayines y la saga de Freezer. Después de los combates espaciales tenemos la saga de los androides y la saga de Cell, que toman inspiración de la franquicia Terminator. La última saga del manga es la lucha contra ahora seres mágicos y que algunos de ellos tienen los nombre Bibidi, Babidi y Buu, un homenaje a una de las canciones más populares de Disney.
Toriyama terminó muy cansado luego de Dragon Ball, dejando así las publicaciones largas y enfocados a los one shot. Irónicamente, muchos de estos toman diseños de Dragon Ball y parecen historias paralelas, creando la duda si pertenecen a ese universo.
El trabajo a resaltar de estos fue Cowa!, el cual es una historia serializada. La libertad creativa y el regreso de Torishima como su editor, pues lo había dejado al finalizar la saga de Freezer, lo motivaron a crear esta historia. Cowa! va de un mundo donde viven monstruos y humanos, y un día aparece un virus que empieza a matar monstruos (hummm, eso suena jodidamente parecido a esta realidad), siendo los niños monstruos los encargados de buscar la cura.
Toriyama no solo se ha limitado al manga. Su portafolio abarca también el diseño de personajes para juegos, resaltando Dragon Quest, Chrono Trigger y Blue Dragon. También es un apasionado del diseño mecánico, diseñando un auto de una sola plaza con el nombre de Qvolt.
La clave de todo: El diseño de personajes.
Toriyama tiene uno de los dibujos más reconocibles en toda la industria. En un principio compartía similitudes con sus colegas al tener trazos curvos, tramados y una línea que variaba en calidades. Sus primeras obras tenían unas proporciones muy irreales, hoy en día se les podría denominar como de diseños “chibis” pero tienen elementos que no los hace nada tiernos. Es más, sus primeros diseños son muy dirigidos a un humor más de adultos que de adolescentes.
En cambio, en Dragon Ball el mangaka simplifica mucho su dibujo. Esto se debe a que era una publicación semanal. El tener una producción acelerada lo llevó a tener trazos más rectos y mínimos. El uso de tramas es muy reducido y se apoya más en el uso del espacio negativo, creando áreas completamente rellenas de negro o huecas en los paneles. El diseño de personaje también se ve cambiado y es ahí, donde creo yo, radica el éxito que tuvo Dragon Ball. Otros mangakas tienen un dibujo detallado y a la hora de que una persona trate de reproducirlos se topa con problemas. Sin embargo, el diseño de Goku es muy sencillo y le es más fácil a un niño dibujarlo. Los ojos son trazos rectos y la pupila un punto. Los cuerpos tienen muchas líneas rectas y que son más fáciles de colocar en un papel que estar haciendo trazos más curvos, parate de que cuenta con proporciones sencillas. Los rostros son, en muchos personajes, los mismos y si, mangakas como Naoko Takeuchi o Kurumada recurrían a esto, pero Toriyama lo simplificó. Sumando también cabelleras locas, pero que también se pueden resolver con líneas quebradas.
De esos ejemplos, ¿Cuál creen que le resulte más fácil a un niño replicarlo?
Akira Toriyama es un gran artista y aunque tiene “el mal” de otros de no poder salir de un trabajo, forjó a varias generaciones de artistas. La silueta de Goku es tan reconocible como la de Mickey Mouse o Bart Simpson. Mangakas que hoy en día están publicando sus historias lo reconocen como modelo a seguir e influencia. Incluso leyendas le han rendido homenaje, como Araki con el personaje de Koichi y su stand Echoes, que es una referencia a Gohan y Cell.
Su trabajo llegó al mundo en la adaptación de anime, pero eso no quita que fue una pieza fundamental para que otras obras se abrieran paso en diferentes mercados. Su legado no hace más que crecer y crecer. Generaciones presentes como futuras le estamos agradecidos por ser un acercamiento al anime y manga. Y sobre todo, le agradecemos ser una persona tan creativa y divertida, que nos enseñó a que el éxito es un camino largo que vale la pena recorrer.
Así llegamos al final de la nota sobre un mangaka muy famosos. Te invitamos a que nos digas en redes sociales tu opinión sobre este autor y también nos digas de que otros artistas te gustaría leer. Por mi parte sería todo y despidiéndome con un Kame hame haaa! te espero hasta el siguiente viernes de anime.