Japón Opinión

#Opinión | Japón y la pasión por el fútbol

Escrito por Pablo Millan

Hola a todos, esperamos estén teniendo una excelente mitad de semana. Hoy en nuestra sección editorial les quisiera platicar un poco sobre lo que la experiencia me brindado sobre el tema del fútbol en el país del sol naciente.

Antes que nada me gustaría aclararles que no soy un fanático de este deporte, nunca me fue atractivo y en la infancia yo era el niño raro que prefería comer su lunch en tranquilidad que jugar fútbol con los demás. Viviendo en México eso me convierte en una rareza, ya que más de una vez la primera pregunta que me ha realizado alguien para romper el hielo entre nosotros es “¿a qué equipo (de fútbol) le vas?”, y termino decepcionanlo con mi “No me gusta el fútbol”.

Con los japoneses jamás he tenido este problema, pero he notado que durante el torneo mundial varonil de fúrbol, mejor conocido como el Mundial, los japoneses muestran un gran interés por este deporte, apoyando a su equipo en todos los rincones del país. Alguna vez platique del tema con una amiga, y me comentaba que cada vez el fútbol cobraba un mayor grupo de fanáticos en su país, y esto se reflejaba en el nivel de sus jugadores, ya que ahora podemos ver jugadores nipones en clubes de Europa y México.

En la misma conversación, después de que le explique el nivel de culto que tiene el balonpie aquí en México, me hizo un comentario que me causó curiosidad, me dijo que envidiaba que nuestro país fuera tan apasionado, ya que a ella le gustaba mucho el fútbol, pero el ser fan de algo a un nivel que no te pierdes ningún juego de tu equipo favorito te convierte en un otaku del fútbol o de cierto equipo, y eso es mal visto.

En ese momento me di cuenta de algo, haciendo el uso original de la palabra otaku como “fanático obsesivo de algo”, en México hay millones de otakus del fútbol, y son tantos que lo normal es sentir esa devoción, y el no tenerla te convierte en el bicho raro, lo que es lo contrario de Japón.

Actualmente en el archipiélago japonés el fútbol es el segundo deporte más popular, aún le falta mucho en ratings y llenar estadios para llegarle al béisbol, pero como dijo mi amiga, cada día más gente muestra su gusto por el deporte más popular del planeta tierra.

A nivel personal, creo que lo mejor de que Japón participe en el mundial es el mostrar su cultura del orden y respeto al espacio público, asombrando cada 4 años a todo el mundo con todos los japoneses limpiando su área que ocuparon el estadio terminando el partido, algo que incluso en esta edición inspiró a los seguidores de la selección de Senegal a realizar la misma acción

¿Tú cómo vives el mundial? ¿No te pierdes ningún juego? ¿Sólo ves los de tu selección? ¿o al igual que yo sólo te enteras de los marcadores como la noticia del día? Cuéntanos en los comentarios.

Sobre el autor

Pablo Millan

Redactor Sección Japón / Community Manager / Prensa

Egresado de Relaciones Internacionales por parte de la UNAM, apasionado de la cultura japonesa. Estudió japonés durante 5 años en la escuela de idiomas de la Asociación México-japonesa Kaikan y el CEI de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán. Ha participado en simposios sobre origami, ikebana, ceremonia del té, cerámica japonesa, ukiyo-e, sumi-e, confección de kimono, cocina japonesa y juegos de mesa japoneses en la UNAM, el Kaikan y el Museo Nacional de las Culturas. Promotor de la cultura japonesa en México siempre busca documentar las exposiciones en museos y galerías de artistas japoneses y de festivales culturales.

Gusta de la música rock en todos los idiomas, sus bandas japonesas favoritas son The Pillows, Asian Kung Fu Generation, Tokyo Ska Paradise Orchesta y Plastic Tree. Un lector empedernido que disfruta de novelas de Haruki Murakami, Anne Rice, Herman Hesse y George Orwells. Practica el arte marcial japonesa Aikidô y ostenta el titulo de 5 kyû con cinta verde. Gusta de las finas artes como la pintura, el teatro, la orquesta y la poesía, al igual que los videojuegos, las comedias televisivas, el anime, la caricatura estadounidense y el cine.