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#Behindtheline: Naoko Takeuchi

Escrito por Angel Garmol

1967 puede resultar un año de contrastes interesantes en el mundo. Por un lado tenemos una Guerra de Vietnam alcanzando el punto medio de su desarrollo. En México tenemos nevadas en Monterrey y la Ciudad de México. Uruguay es la sede de la Copa América número 29 y China manda tropas al Tíbet.

En Japón se podría creer que lo más relevante es la fundación de la ciudad de Hatogaya, en la prefectura de Saitama a inicios de Marzo. Sin embargo, el 15 del mismo mes en la ciudad de Kofu nacería una de las mujeres más importantes en la industria del manga y anime. No se puede mencionar obras Shoujo sin hablar de su trayectoria. Ya seas un otaku o una persona que tuvo una infancia en los años noventas conoces muy bien su obra maestra. En este Behind The Line hablaremos de la mangaka Naoko Takeuchi.

 

 

Naoko creció en su ciudad de nacimiento y es la mayor de dos hermanos. La ciudad de Kofu es famosa por sus talleres de joyería y trabajo de metales preciosos. Desde pequeña, se vio interesada en el trabajo de dicho metales y sus propiedades. Más tarde aparecerían otros dos temas de mucho interés para la joven Naoko: la astronomía y el manga. Recuerden bien esto, ya que son cosas muy importantes para su inspiración.

Durante la secundaria fue cultivando mas el gusto por estos temas. En todos los clubs de manga y astronomía era un miembro muy activo y como toda chida de secundaria una fanática del romance.

Se puede decir que Naoko aprendió a dibujar de forma autodidacta. Nunca recibió clases de arte per se. Ella era una chica amateur que disfrutaba dibujar y que tenía como gran influencia a Leiji Matsumoto, otro gran artista que necesita ser explorado a fondo.

Su dotes y talento para esto la hacen ganar en 1986 el premio “Mejor artista revelación” de la revista Nakayoshi por la obra “Yume Ja Nai no ne”. Y en ese mismo año es publicado de forma profesional “Love Call”.

Los primeros trabajos de Naoko muestran un trazo sutil, muy delgado y de pulso preciso. Aunque juega con los grosores de línea, son las tramas quienes logran el impacto visual del panel.

 

 

Como chica “responsable” (y lo pongo entre comillas, porque ella misma dice ser una persona muy floja) nunca descuidó los estudios. Dibujaba y por un tiempo trabajó cómo Miko; que son los sirvientes en los templos Shinto. Una experiencia más que serviría para el futuro cómo fuente de inspiración. Sus años de estudio dieron frutos y Naoko se graduó en la licenciatura de Química en la universidad de farmacia de Kyoritsu.

Su carrera como mangaka siguió con los proyectos Maria y The Cherry Project. Tristemente, estas obras son prácticamente de culto e inéditas en este lado del mundo. No hay traducciones oficiales al español por el momento y es difícil poder encontrarlos.

 

 

Pero, luego vendría la antesala de una de las franquicias más fuertes y reconocidas a nivel mundial. “Codename Sailor V” fue publicada en 1991 y nos presenta a Minako Aino, o simplemente Mina para los amigos, una chica que luego de encontrarse con un gato blanco de nombre Artemis le informa que es una protectora de la tierra. Para cumplir su misión, Artemis le entrega una polvera en forma de media Luna y una pluma, y con el poder estos objetos Mina se convierte en ¡Sailor V!

Aquí el dibujo de Naoko alcanza un detalle esplendido. Las tramas y los achurados le dan una personalidad única a su trabajo, ya que logra efectos de movimiento y profundidad. Sabe en qué momento usarlos para captar la atención del espectador en la página. Sin mencionar que su trazo sigue siendo sutil pero firme.

 

 

TOEI Animation le echó un ojo al trabajo y dijeron esto se debe animar. Pero, Naoko dijo que no, pues quería desarrollar aun más el concepto y en vez de adaptar Sailor V, empezó a trabajar en un nuevo manga. Y esa decisión fue un antes y un después, no solo para Naoko, sino para la historia de la cultura Otaku.

Naoko dejó fluir aun más sus conocimientos de astronomía. Poco a poco fue desarrollando personajes partiendo de su personalidad y de la de su familia. Tomando como base a los “Super Sentai”, creó a un grupo de chicas en trajes colegiales de marineras. A una le dio su flojera, a otra su conocimiento, una más sus experiencias como Miko y otras más fueron apareciendo. Todas ellas con un único fin: proteger a la tierra y luchar por el amor y la justica.

En 1992 y ¡Por el poder prisma lunar! el mundo conocería la historia de Usagi Tsukino y como castiga a los malos en el nombre de la Luna. El mundo conoció el manga “Bishoujo Senshi Sailor Moon”.

 

 

El arte de Naoko tiene un pulimiento formidable para Sailor Moon. Se vuelve una experta en el detalle de tramados y texturas, llegando a crear contornos con el mero hecho de hacer cortes precisos. Los diseños de personajes son completamente versátiles y pueden desde hacer caras chucas a rostros serios. Las composiciones de las páginas se vuelven muy artísticas y de un ritmo vertiginoso.

 

 

Naoko no se quedó solo con trabajar en el manga. Durante el desarrollo del anime se vio muy involucrada en el apartado visual y creativo. Aparte de escribir varias canciones.

El éxito de la serie fue tan grande que, tristemente o no, eclipsó las obras que escribió luego de la culminación de Sailor Moon, volviéndose cosas de culto para sus fanáticos fuera de Japón.

A pesar de ello, Sailor Moon es una gran historia. Nos mostró ejemplos de mujeres fuertes y decididas. Donde los valores como amistad, amor, determinación y justicia son necesarios para crecer como personas y ser cada vez mejores. Fue uno de los primeros acercamientos para mucho a la cultura del anime y otaku, y hoy en día sigue cosechando fanáticos alrededor del mundo.

 

 

Actualmente, Naoko sigue muy involucrada con Sailor Moon y su reciente adaptación bajo el nombre de Crystal. Tiene dos hijos y su pareja es otra leyenda del manga: Yoshihiro Togashi, del cual hablaremos en otra ocasión.

Como artista y persona es un gran ejemplo a seguir. Pudo mezclar elementos de acción y romance en su obra, haciendo que chicos vieran algo enfocado a mujeres en primera instancia, rompiendo paradigmas sociales e incluso culturales. Por eso y más, ¡Gracias Naoko!

 

Con esto llegamos al final de esta nota. Si te gustó compártela con tus amigos y cuéntanos que artistas te gustaría ver en esta sección. Mientras tanto, nos vemos el próximo viernes de anime.

 

Con cariño para todas las Sailors del mundo.

Sobre el autor

Angel Garmol